Madrastra de Gabriel: “Fue un accidente” Carta desde la cárcel
La asesina confesa del niño español insiste en presentar la muerte como un accidente, con una carta desde la cárcel
Ana Julia Quezada, en prisión preventiva por la muerte del pequeño Gabriel Cruz en Almería (España), envió una carta a “El programa de Ana Rosa”, espacio de la televisión hispana, en la que insiste en que acabó con la vida del niño de ocho años por accidente, a pesar de las pruebas en su contra. “Sé que no tengo excusa por el accidente”, escribe de su puño y letra, según la carta de dos folios que se mostró ayer al comienzo del espacio.
La dominicana, quien confesó que había matado el 27 de febrero pasado a Gabriel, pidió perdón a la familia del menor de ocho años y reiteró que la muerte fue un accidente. “Me asusté mucho, el miedo te bloquea y actué así”, dijo en una misiva dirigida a la presentadora del programa, Ana Rosa Quintana, en la que habla sobre la muerte del pequeño.
“Hola, Ana Rosa”, así co- mienza el mensaje de dos carillas y 58 líneas, escrita de puño y letra por la asesina confesa desde la cárcel almeriense de El Acebuche. En la él, explica su versión de la muerte del niño desaparecido en Níjar el 27 de febrero. También habla de los 12 días de búsqueda en la que la ex pareja del padre de Gabriel, Ángel Cruz, engañó a todo el país.
Veintiseis días después de ingresar en la prisión de El Acebuche, Ana Julia Quezada escribió una carta dividida en dos partes a Ana Rosa Quinta- na, en la que responde a varias preguntas realizadas por la redacción del programa. En la primera parte, pide perdón a los familiares, mantiene su versión de que la muerte del pequeño Gabriel fue un accidente y explica que no confesó el crimen por temor. Posteriormente, escribe una segunda parte en la que se siente víctima del racismo y denuncia el trato y las amenazas tras su detención por parte de agentes de la Guardia Civil, según sostiene el medio Telecinco. “Fue un accidente y siempre lo diré, porque es la verdad. Me asusté mucho, el miedo te bloquea y actué así. No fui lo suficientemente fuerte como para decirle a mi pareja, a nadie, lo que había pasado y, poco a poco, me fui metiendo en una bola cada vez más grande”, detalló. “Sé que no tengo excusa por el accidente. Quité a la persona que amo lo más grande que uno puede tener, un hijo. Ángel, Patricia, a todos, perdón. Tengo una hija y le he hecho mucho daño, espero que ella algún día me pueda perdonar”, añadió la detenida.
“No soy más monstruo que esas personas y lo hice por un accidente. Ellos lo hacían queriendo, son más monstruos que yo. Al escribir esta carta me tiemblan las manos. Así que disculpas, cuando hay gente de color blanco que comete esos crímenes nunca he visto tantas barbaridades. Eso se llama racismo y xenofobia”, puntualizó. Incide una vez más en el color de su piel en la carta: “Soy negra, cometí un delito sin querer, lo único que pido es que se me juzgue y se me trate como se me tiene que tratar en mi situación”.