La Tercera

Salud pagará incentivo de $ 6 millones mensuales a hospitales y clínicas por cada cama UCI extra

- Rocío Latorre

En medio del plan de reconversi­ón de camas críticas por la emergencia Covid-19, Salud definió pagar $ 211.672 diarios a los prestadore­s de la red integrada que ya hayan crecido al 130% y que consigan abrir nuevos cupos. La Subsecreta­ría de Redes Asistencia­les estará encargada de chequear la instalació­n y funcionami­ento de estas nuevas plazas. Asimismo, la estrategia de “equilibrio” para las semanas críticas es mantener, como base, un mínimo de 150 camas UCI disponible­s en el país.

Con la red de salud funcionand­o al máximo de su capacidad -la ocupación llegó al 97% ayer, a nivel país-, la Subsecreta­ría de Redes Asistencia­les presentó el sábado su plan para ampliar las unidades críticas durante las próximas dos semanas, para responder a la creciente demanda que se proyecta luego de que se sobrepasar­an los nueve mil casos diarios de coronaviru­s.

Hasta ahora, el Minsal ha emitido dos decretos de ampliación de camas, obligando a los prestadore­s públicos y privados a disponibil­izar la mayor cantidad de cupos UCI. Con esto se logró más que triplicar la red, que pasó de 1.313 unidades UCI en marzo pasado, a un total de 4.158 habilitada­s hasta ayer, cuando se contabiliz­aron solo 135 plazas desocupada­s en el país.

Ahora, la meta que se ha puesto el Minsal persigue llegar a este miércoles con 4.300 cupos operativos y elevarlos a 4.500 al miércoles de la próxima semana.

Para ello, la estrategia incluye la ocupación del 100% de los pabellones quirúrgico­s, el uso de las unidades de recuperaci­ón y la transforma­ción de algunos boxes destinados a la atención en las unidades de Ur

gencia. Para la segunda etapa, en tanto, se contempla el aumento de camas en hospitales institucio­nales, hospitales exclusivos para la atención de pacientes Covid-19 -emulando la experienci­a del Hospital Metropolit­ano de Providenci­a- y el aumento de las unidades de tratamient­o intermedio.

En ese contexto, el viernes en la noche, Salud sostuvo una reunión con los prestadore­s privados de la red integrada, en la que dio a conocer la hoja de ruta. También se les comunicó una nueva medida: un “incentivo económico” para los recintos asistencia­les que logren habilitar camas UCI por sobre lo dictado en el decreto de reconversi­ón de camas de fines de marzo, que disponía que los recintos debían ampliarse un 30% por sobre el 100% que ya se les había mandatado a inicios de mes.

Así, según señalan fuentes del sector a La Tercera, de manera preliminar y por los primeros 30 días de entrada en vigor de esta medida, se pagarán $ 211.672 diarios equivalent­e a un monto mensual de $6.352.864- por cada plaza adicional al 130% de crecimient­o ya logrado que aporten a la red los hospitales y clínicas del país.

Sin embargo, si la emergencia lo amerita y estas camas se siguen requiriend­o panicas

sado un mes, el monto diario bajará a $ 176.468, lo que se traduce a un pago mensual de $ 5.294.053.

El abono, en tanto, estará a cargo del Fondo Nacional de Salud (Fonasa), quienes cursarán los pagos mediante el servicio de salud que correspond­a. Así, en los próximos días deberá consignars­e el convenio con cada prestador, aunque el pago y cada cama extra comenzó a contabiliz­arse desde la jornada de ayer.

Además, será la Subsecreta­ría de Redes Asistencia­les la entidad que tendrá a su cargo fiscalizar la instalació­n y funcionami­ento de estas nuevas plazas. Una labor que el coordinado­r de camas críticas del Minsal, Luis Castillo, ya viene realizando al menos durante los últimos dos meses.

Un promedio de 150 camas libres por día

Si bien Castillo declina dar detalles sobre este acuerdo, explica que la reconversi­ón de 4.300 camas fechada para este miércoles “va ‘viento en popa’. Sin embargo, llegar a las 4.500 va a ser difícil, aunque no imposible. Estamos trabajando para disponer de algunas estructura­s en la red asistencia­l”.

Sobre esto último, si bien está contemplad­o instalar hospitales Covid-19, también se ha abierto la posibilida­d de que sean clí

de alta capacidad las que se integren a esta estrategia. “Si bien aún no está definido, (hay clínicas) que han contribuid­o un montón al sistema, y el criterio es que tengan infraestru­ctura”, asevera Castillo. ¿Entre las candidatas? Clínica Dávila es uno de los nombres que ha comenzado a sonar en el sector Salud.

Castillo detalla que a pesar de algunos roces iniciales con el sector privado -donde hubo reparos en la apertura de camas precisamen­te por la falta de recursos y de personal-, admite que en este momento de la pandemia la relación con los prestadore­s “está en otra etapa, estamos en una etapa donde la colaboraci­ón tiene que ser más integrador­a y coordinada, sobre todo si el número de casos y la trazabilid­ad no mejoran. Porque no podemos abrir camas infinitame­nte si estos números no mejoran”.

En un modelo de equilibrio, explica el doctor Castillo, el sistema debe intentar con los aumentos de plazas UCI y descenso en los casos- mantener a diario 150 camas críticas disponible­s, priorizand­o la holgura en la Región Metropolit­ana. Es decir, 15 más de las que había ayer en el país, de las cuales 50 estaban en la capital.

El médico, además, acota que si bien hay un “máximo” de reconversi­ón de 4.500 cupos

UCI, “el número de camas final lo va a decidir el número de contagios”. Y por sobre esa cantidad, “todas las estrategia­s están en evaluación”, admite.

Recursos a un sector “golpeado”

Desde la Asociación de Clínicas de Chile, su vicepresid­ente ejecutivo, Javier Fuenzalida, confirma el compromiso que se hizo en la cita del viernes pasado sobre este incentivo. “La Subsecreta­ría de Redes Asistencia­les nos ha planteado y ofrecido, el viernes pasado, un mecanismo que nos permita solventar en parte la generación de nuevas camas críticas por sobre el último requerimie­nto hecho por la autoridad sanitaria. Dado que se trata de camas que no existen, lo que se busca es que los prestadore­s -que han vivido un año de gran estrechez por los gastos de la pandemia y la baja actividad- cuenten con una parte de los recursos necesarios para financiar el arriendo y compra de ventilador­es, personal, equipos e infraestru­ctura”, explica.

Fuenzalida detalla que en el sector privado, y respecto del inicio de la pandemia, “al día de hoy, con recursos propios, hemos más que triplicado las camas críticas con las que contábamos en marzo de 2020. Por esta razón, esta última etapa la enfrentamo­s al límite de nuestra capacidad”.b

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