Andrea Moraga y Carolina Urrutia, un match perfecto
Carolina y yo somos de la Octava Región y, a pesar de vivir en la misma ciudad por un tiempo, nuestra historia comenzó en Santiago el año 2013. Nos conocimos por personas en común, y aunque nuestros rubros eran totalmente distintos, nos unió nuestra conciencia medioambiental y social, y las ganas de crear un emprendimiento que generara un impacto positivo y beneficioso para muchas personas.
Desde el mundo comercial (yo) y científico (Carolina), y sin conocernos mucho, nos aventuramos, confiamos una en la otra y fundamos FreeMet en 2014, una línea de productos que son desarrollados, fabricados y comercializados en Chile. Eliminamos todos los químicos nocivos de los productos de limpieza y cuidado personal para crear estos que son formulados con ingredientes más naturales que los tradicionales y amigables con el medioambiente.
En un inicio partimos solas, armábamos los pedidos y repartíamos en nuestro propio auto, pero al pasar los años hemos ido creciendo y gracias al cariño, esfuerzo y compromiso que tenemos con FreeMet, hoy ya somos un equipo de 15 personas con la misma motivación: impactar positivamente a las personas y al medioambiente.
No todo ha sido tan fácil, nos han subestimado por ser mujeres. Hace un par de años tuvimos que enfrentar situaciones incómodas en las que dudaron de nuestras capacidades y compromiso, pero eso lo hemos podido superar porque las mujeres nos hemos ganado un espacio. Hoy hay muchas personas que cada vez más visibilizan los valores de ser mujer y les encanta trabajar con mujeres por nuestro sello detallista. Tenemos una mirada mucho más amplia y no nos interesa solo la rentabilidad económica.
Los primeros años nosotras creímos en nuestra intuición, en nuestro sexto sentido para poder continuar por este camino. FreeMet es una demostración de que las mujeres pueden emprender en todo tipo de rubros e incursionar en cualquier industria. Hoy, nuestro propósito es seguir creciendo, impactando positivamente a muchas más personas y seguir estimulando la economía circular.
La gente nos escribe para agradecernos por los productos diciéndonos que les cambiaron la vida. Visualizamos en un futuro cercano llegar a otros países de Latinoamérica y creemos que tenemos el potencial para lograrlo.