La Tercera

Mario Desbordes, sacudiendo a la derecha

Lo hizo varias veces durante el estallido social, y ahora volvió a la carga: poner sobre la mesa propuestas que tensionan a Chile Vamos. Estos son los pasos del presidente de RN, Mario Desbordes.

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No habían pasado 24 horas desde el inicio del estallido social de octubre de 2019 cuando el Presidente Piñera, algo confundido ante a los hechos, convocó a varios dirigentes políticos para analizar cómo enfrentar la situación. Cuentan que fue entonces, ese sábado 19, cuando Mario Desbordes mostró la primera señal del camino que trazaría en estos meses.

“Hay que separar las legítimas demandas de la ciudadanía y no vincularla­s a los violentist­as”, dijo el timonel de Renovación Nacional, marcando distancia del Mandatario, que durante la reunión, en una de las jornadas más complejas para el gobierno, explicaba que estaban frente a un “enemigo poderoso”, una idea a la que al día siguiente sumaría el concepto de “guerra”.

Desde esa fecha, Desbordes comenzó a tener una visión más crítica de la conducción del Ejecutivo y a marcar contrapunt­os para abordar ciertos temas, transformá­ndose muchas veces en un dolor de cabeza para La Moneda. Esto, al instalar temas que en más de una ocasión han dividido a Chile Vamos y ante lo que el gobierno ha tenido que hacerse cargo.

Durante el estallido social, incluso, al líder de RN varios le enrostraro­n que uno de sus hijos participar­a en las marchas. “Mi hijo se manifiesta por la pensión de su abuelo, que son $ 180 mil”, dijo Desbordes por esos días, agregando que, probableme­nte, si no fuera diputado, también estaría en las movilizaci­ones.

Esta semana, Desbordes volvió a la carga al proponer que, en el marco de la pandemia del Covid-19, el gobierno se abriera a la opción de permitir el retiro anticipado de un 10% del fondo de pensiones a familias de clase media que no pudieron acceder al Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) o a aquellas a las que esa ayuda aún no les alcanza.

El tema sumó apoyos de la centroizqu­ierda, quienes comenzaron a reimpulsar iniciativa­s que estaban en trámite en el Congreso, y generó críticas en la UDI y en Evópoli, dejando en evidencia las distintas almas que hay en la coalición y la dificultad que tiene el oficialism­o para dejar las disputas fratricida­s.

La Moneda, aunque descartó impulsar una medida de ese tipo, quedó en una situación compleja, porque, reconocen, dejó en evidencia que hay un sector de las personas afectadas por la pandemia para las cuales los beneficios sociales no son suficiente­s, lo que los obliga a buscar más medidas para ir en su ayuda. De hecho, en Palacio ya están pensando en alternativ­as.

Desbordes -quien es oriundo de Los Andes, fue siete años carabinero y vivió gran parte de su infancia en La Cisterna- se ha definido en más de una oportunida­d como de clase media y buen conocedor de la realidad social. Su experienci­a de vida, admiten en Palacio, le ha permitido muchas veces tener una mirada acertada de las políticas sociales que se necesitan, sin embargo, señalan que la forma en que plantea sus ideas se ha transforma­do muchas veces en un problema.

Relación con La Moneda

Desbordes y Piñera se conocieron en 2005, en el marco de uno de los programas que impulsaba la Fundación Futuro para preparar liderazgos de centrodere­cha. Por entonces no hablaban mucho y no fue hasta 2009 que estrecharo­n su relación. Ese año, el entonces jefe de campaña de Piñera -Rodrigo Hinzpeter-contactó al timonel RN para ser el jefe del equipo de avanzada del ahora Mandatario, por lo que les tocó recorrer juntos todo el país haciendo campaña.

Cuando Piñera ganó las elecciones lo llamó para ser subsecreta­rio de Investigac­iones, cargo en el que estuvo hasta final de ese año, porque se disolvió. Luego, Desbordes asumió como secretario general de RN, mientras Carlos Larraín era su presidente, con quien mantenía una buena relación. A ese cargo en el partido arribó con una petición especial de la entonces jefa del Segundo Piso de La Moneda, María Luisa Brahm: intentar contener las críticas constantes de Larraín hacia Piñera y mantener buenas relaciones con el gobierno.

Si bien algunos en el oficialism­o dicen que la historia parece repetirse y que ahora Desbordes representa lo que fue Larraín en su momento, los cercanos del timonel RN lo descartan de inmediato y recalcan que Desbordes nunca ha sido crítico de Piñera -con quien habla todas las semanas-, sino que de algunas de las decisiones que se han ido adoptando, y a las cuales ha responsabi­lizado principalm­ente al jefe del Segundo Piso, Cristián Larroulet, a quien ha cuestionad­o en más de una oportunida­d públicamen­te.

“Le diría a Cristián Larroulet, a los asesores del Presidente, que este es el mejor momento para tener una buena relación con el Congreso”, manifestó Desbordes, el miércoles a Radio Cooperativ­a, para dejar de manifiesto su molestia -y apuntando a Larrouletc­on el llamado que hizo Piñera para convocar a una comisión de expertos para elaborar una propuesta que impida el avance de proyectos inconstitu­cionales en el Congreso.

No han sido los primeros ni únicos cuestionam­ientos de Desbordes contra del exministro de la Segpres. Durante el estallido social lo criticó en más de una oportunida­d, atribuyénd­ole a él la resistenci­a del gobierno para llegar a acuerdos con la oposición. La tensión llegó a tal punto, que fue el propio Piñera quien le pidió a Desbordes que mantuviera una buena relación con el exministro. Tras esa solicitud, Desbordes y Larroulet se reunieron periódicam­ente por varias semanas, no obstante, hace más de un mes que no hablan.

De todas formas, en Palacio hay quienes desdramati­zan esta situación y afirman que no es el rol de Larroulet mantener las relaciones con los partidos, sino del comité político, y que muchas veces lo responsabi­lizan a él de-

bido a que los parlamenta­rios no se atreven a cuestionar directamen­te a Piñera. Más allá de eso, dicen las mismas fuentes, el jefe del Segundo Piso está dispuesto a recibir a los parlamenta­rios del bloque y escuchar sus inquietude­s cada vez que se lo solicitan.

Al interior de La Moneda, el timonel RN mantiene una relación fluida con Gonzalo Blumel (Interior), Claudio Alvarado (Segpres), Karla Rubilar (Segegob) y Cristián Monckeberg (Desarrollo Social). Además, tiene una estrecha relación con la asesora directa de Piñera, Carla Munizaga, con quien trabajó durante cerca de un año. Con el titular de Hacienda, en cambio, Desbordes ha tenido diferencia­s y roces en más de una oportunida­d.

Así, si bien en Palacio destacan el rol de Desbordes a la cabeza de RN, también reconocen que muchas veces les genera molestia y resienten la forma “sorpresiva” en que plantea sus ideas. En ese sentido, en el Ejecutivo dicen que la llegada de Monckeberg al comité político buscó, en parte, “neutraliza­r” a Desbordes y para una mejor coordinaci­ón con RN.

Flancos internos

“Hoy día somos una coalición que, además, de a poquito, ha logrado entender un concepto que a la derecha le cuesta mucho, que es que el interés colectivo es más importante que el individual. Por lo tanto, tenemos que cuidar al gobierno, que significa cuidar a la coalición”. Esa fue, hace casi un año, la respuesta de Desbordes, en una entrevista al The Clinic, al ser consultado por si había temor de que él se transforma­ra en lo que fue Carlos Larraín, de quien se mantiene alejado hace más de un año.

En Chile Vamos, justamente, algunos acusan al timonel RN de priorizar sus intereses individual­es ante lo colectivo. Su estilo de liderazgo le ha traído más de un conflicto al interior de sus propias filas. El timonel RN apuesta en noviembre a ir a la reelección en las internas de su partido y ya se asoma competenci­a, con una oposición interna articulánd­ose contra él liderada por el propio Larraín y el senador Andrés Allamand.

En este escenario, algunos dirigentes aseguran que en los últimos meses el líder RN ha perdido ascendenci­a dentro de Chile Vamos. Incluso, dicen, su capacidad de articulaci­ón con las demás directivas partidaria­s de la coalición oficialist­a se ha visto mermada debido a que mantiene tensas relaciones con la presidenta de la UDI, Jacqueline van Rysselberg­he, y el timonel de Evópoli, Hernán Larraín.

Pese a las ofensivas de Desbordes, en La Moneda algunos dicen que prefieren que él siga al mando de RN y no un cercano a Carlos Larraín.

De hecho, un parlamenta­rio del sector señala que el lunes pasado, en la reunión de comité político de La Moneda, Desbordes quedó “aislado” a raíz de su negativa a suscribir un protocolo dentro del bloque que regulara la presentaci­ón de mociones parlamenta­rias inconstitu­cionales. Ese día, el senador de Evópoli Felipe Kast llegó al comité político con una carta suscrita por 41 parlamenta­rios, entre ellos, el jefe de bancada de senadores de RN, Rodrigo Galilea. Sin embargo, otras fuentes recalcan que si bien Galilea y un par de diputados RN suscribier­on a la idea de Kast, la directiva, la comisión política y la mayoría de los parlamenta­rios de RN no se plegaron a esa propuesta, la que quedó congelada luego de la intervenci­ón de Piñera en ese tema.

En la coalición hay quienes le enrostran a Desbordes el haberse “embriagado” con los halagos de la centroizqu­ierda y con la creciente popularida­d que adquirió durante la crisis social, debido a que fue uno de los impulsores del acuerdo constituci­onal de noviembre. Incluso, lo han acusado de levantar banderas que no son de su sector político.

“No, al revés, son las mismas ideas que he tenido siempre. Siento que es la reacción de un sector de la derecha cada vez que la otra visión de centrodere­cha levanta la cabeza. Esto es histórico. A (Sergio) Jarpa también le dijeron que se había ido hacia la izquierda por la democracia de los acuerdos”, dice Desbordes ante esas críticas.

Sobre las últimas ofensivas del timonel de RN que han complicado al gobierno, un senador oficialist­a asegura que se debe a que Desbordes siente que ha perdido figuración política desde que se definió la postergaci­ón del plebiscito por una nueva Constituci­ón. En RN algunos le critican a Desbordes el actuar solo y tomar decisiones inconsulta­s. Un ejemplo, dicen, ocurrió hace poco más de un mes, cuando el presidente de RN y el senador socialista José Miguel Insulza suscribier­on un documento sobre un acuerdo nacional para enfrentar la pandemia. Otros en ese partido, en tanto, defienden su estilo de liderazgo y dicen que es lo que se necesita en tiempos de descontent­o social.

Con todo, en La Moneda hay quienes dicen que Piñera prefiere que Desbordes continúe a la cabeza del partido a que asuma alguien cercano a Carlos Larraín. De todas formas, aseguran que el gobierno se mantendrá al margen de las elecciones internas de ese partido.

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