Interpelación al ministro de Salud
Apesar de la trascendencia del tema -los cambios introducidos por el actual gobierno al protocolo de la ley que despenaliza el aborto en tres causales-, la dinámica efectista una vez más hizo que la interpelación parlamentaria resultara poco útil para la ciudadanía.
La oposición cuestiona que el Ministerio de Salud haya eliminado la restricción impuesta en la administración anterior, la que impedía que el Estado contratase servicios ginecológicos y obstétricos con entidades privadas de salud que se hayan declarado objetoras de conciencia. Puesto que el propio Tribunal Constitucional hizo ver que el derecho a la objeción de conciencia no solo alcanza al equipo médico sino también a las propias instituciones, resultaba abusivo que el Estado en los hechos obligara a renunciar a este derecho como condición para contratar con él y acceder a fondos públicos.
El ministro de Salud hizo ver en esta tumultuosa interpelación que de mantenerse el protocolo anterior, implicaría que miles de mujeres dejarían de recibir prestaciones de instituciones privadas que hoy contrata el Estado con entidades objetoras de conciencia.
Si bien era importante salvaguardar este aspecto, así como respetar el derecho a no realizar abortos, el Ministerio debe abocarse ahora a adoptar los resguardos para asegurar que la red pública garantice en el acceso de cualquier mujer que invoque alguna de las causales. El elevado número de médicos objetores en algunas zonas obliga a actuar con celeridad.