BC evita los “supuestos políticos” y reafirma repunte económico 2018
Entidad mantuvo estimación de alza del PIB entre 2,5% y 3,5% el próximo año. Mario Marcel dijo que la entidad no considera “supuestos políticos” en sus proyecciones.
En medio de un debate nacional marcado por el ciclo electoral, a menos de dos semanas de la segunda vuelta de los comicios presidenciales, el Banco Central presentó ayer ante el Senado su Informe de Política Monetaria (Ipom) correspondiente a diciembre y el Informe de Estabilidad Financiera del segundo semestre (ver página 25).La cita fue la última con la participación del actual vicepresidente Sebastián Claro, quien deja la institución este mes, tras 10 años en el BC.
Tal como lo había planteado en su Ipom de septiembre, el consejo del ente rector reafirmó un escenario de recuperación para Chile con un PIB que crecerá dentro del rango de 2,5% a 3,5% en 2018, con lo que prácticamente duplicará el crecimiento de 2017, ajustado a 1,4% por el BC, desde un rango de 1,25%-1,75%. De confirmarse esta cifra, sería el registro más bajo desde la recesión de 2009 (-1,6%).
Según el BC, la mejora en el desempeño del próximo año se fundamenta principalmente en un “escenario externo favorable, el fin del ajuste de la inversión minera y habitacional, la ausencia de desbalances macroeconómicos relevantes y una política monetaria claramente expansiva”, según lo planteó el presidente de la institución, Mario Marcel, al exponer a la Comisión de Hacienda del Senado.
En ese contexto, consultado el presidente del consejo del Banco Central aseguró que las estimaciones del Banco no consideran expectativas sobre el resultado de la elección presidencial.
“Nuestras proyecciones no hacen supuestos políticos. No se apoyan en supuestos sobre el comportamiento de las expectativas”, declaró, agregando que aunque en las encuestas a empresarios y consumidores se reconocen mejores señales a futuro, “el optimismo hacia adelante se puede apoyar en múltiples razones, nosotros no estamos en condiciones de interpretar eso”.
Con todo, el Banco Central sí planteó una “nota de cautela” respecto a su escenario de proyección, señalando que el aumento de algunos indicadores de confianza “se relacionan principalmente con mejoras de las expectativas futuras para el desempeño del país y de los nego-
cios, más que con la percepción de una mejor situación actual”.
¿Efecto político?
Si bien entienden que el Banco Central no puede entrar de lleno en la discusión política, debido a su misión institucional y autonomía, desde el mercado analistas plantearon que el desempeño de la economía en 2018 no es indiferente al resultado de la elección presidencial.
Alejandro Fernández, de Gemines, sostuvo que “esta es la primera vez que el escenario político es tan determinante en el crecimiento”, incluso señalando que si Sebastián Piñera gana en 2018, el PIB podría avanzar 3% o más, mientras que con Alejandro Guillier el crecimiento sería solo de 2% a 2,5%.
“El BC tiene en este Ipom el mismo escenario base de septiembre, que tenía internalizado un triunfo de Piñera, que es lo que refleja la mejoría en las expectativas”, indicó, agregando que “ellos no hacen proyecciones políticas, porque no han necesitado hacerlo. Marcel fue claro ayer, las expectativas han mejorado sin respaldo de datos que las avalen”.
Alejandro Alarcón, de la Universidad de Chile, sostuvo que “el centro en 3% para 2018 no es independiente del resultado electoral, ya que las expectativas son fundamentales, y si estas evolucionan mal, la trayectoria de la inversión privada podría ser menor”.
Por su parte, Nathan Pincheira, de Fynsa, planteó que aunque las elecciones generarán efectos, “no es obvio lo que ocurrirá en las expectativas de ganar uno u otro candidato, ya que en el escenario externo hay muchos elementos que están jugando a favor”. Con esto, Pincheira recordó que más allá de quién gane el 17 de diciembre “ninguno de ellos tendrá mayoría en las cámaras en el Congreso”, por lo que cualquier reforma requerirá un “amplio consenso”. Agregó, en todo caso, “que si las expectativas vuelven a estar negativas, el efecto podría ser de -0,5% en el PIB de 2018, básicamente ligado a una menor inversión”. De la misma manera, Alarcón planteó que expectativas que no se recuperan para el próximo año supondrán una inversión de solo 2,5%, menor al 3,1% que proyecta el Banco Central.
Sebastián Cerda, de CorpResearch, dijo que “a lo más, la elección en el corto plazo puede dar impulso a ciertos activos por efecto de expectativas, pero el impacto de eso sobre el crecimiento de corto plazo debe ser limitado y difícil de cuantificar (...) el BC jamás se arriesgaría a hacer un ejercicio de ese tipo”. Así, remarcó que “otra cosa es si hay cambios significativos en las políticas económicas, pero eso lleva tiempo”.b