Colegios particulares
Señor director:
Estos días en que la ministra de Educación está empecinada en que presionemos a los 77 colegios subvencionados que pasarán a particulares pagados, quisiera recordar que esta situación es producto de una reforma ideológica impulsada por el gobierno al que ella representa.
Los padres, madres y apoderados hemos sostenido desde el inicio que la reforma no estaba bien enfocada y que debía fijarse en mejorar la educación pública; no solo la calidad de sus contenidos, sino también la infraestructura, gestión escolar y el clima de convivencia escolar. Esto fue expuesto a la Comisión de Educación del Senado, a Andrés Palma, a la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados y a parlamentarios. Pero el gobierno respondió con una reforma que baja de los patines a los que les va bien y criminaliza a los sostenedores.
Con esto se propone recuperar la matrícula de la educación pública sin importar las consecuencias para familias de clase media y los efectos en sus hijos. El sistema de educación particular subvencionado que estaba al alcance de muchos se terminará, y obligará a muchas familias a triplicar sus gastos para no perder el proyecto educativo elegido o a cambiar a sus hijos a la educación pública.
Solidarizamos con las familias de más de 50.000 alumnos que sufren las consecuencias de un gobierno que no escucha a la ciudadanía, especialmente cuando se trata de políticas en las que no cuentan padres, ni madres, ni apoderados. Olvidan que somos familias votantes, que elegimos autoridades para que nos representen y no para que nos quiten el derecho a elegir la educación que queremos para nuestros hijos. las enormes convulsiones institucionales vividas por el país en sus intentos de procesar este fenómeno. En la masiva migración campo-ciudad de mediados del siglo XX parece estar el empujón definitivo a nuestra traumática modernización, incluyendo sus etapas populistas y autoritarias.