El choque de dos Viña: historia de un piscinazo frustrado
Por primera vez desde que se realiza, se debió suspender la actividad de la reina por fuertes protestas afuera del Hotel O’Higgins.
Si el día nublado ya acompañaba poco, la protesta que los habitantes de la toma Felipe Camiroaga, ubicada en el sector Forestal de Viña, hizo que cualquier celebración se hiciera inviable -y fuera de lugar-. Por primera vez desde que Natalia Oreiro fue la primera reina del Festival en lanzarse a la piscina del Hotel O’Higgins en 2001, la actividad se debió suspender. El contexto no lo permitía, ni por seguridad ni por sensibilidad.
Los manifestantes llevaban ya casi una hora afuera del Hotel O’Higgins cuando comenzaron a complicar la espera por el piscinazo de la actual monarca del certamen, Francisca “Kika” Silva, de Canal 13. A través de la ladera que unía el patio del hotel con el estero Marga Marga, algunos de los protestantes lanzaron objetos hacia la piscina, colgaron lienzos y cortaron el telón con los auspiciadores del evento.
Mientras se seguía anunciando el retraso de la modelo -quien se había despertado a las 5.00 horas para preparar el acto junto al tatuador Marlon Parra- por razones de seguridad, decenas de protestantes de todas las edades exigían respuesta a la precaria situación en la que viven, donde 900 familias no tienen suministro eléctrico o agua potable hace ya cinco años. “Escucha alcaldesa, cumpla su promesa”, gritaban, en referencia a un acuerdo que el municipio encabezado por Virginia Reginato habría firmado con las familias de la toma para solucionar la situación hace ya dos años. “Nos hicieron comprar cables, hacer instalaciones y otros arreglos, prometiéndonos que si lo hacíamos, nos solucionarían el problema de la electricidad. Y aún así no cumplieron el acuerdo. No estamos pidiendo que nos regalen nada, estamos dispuestos a pagar. Pero para eso tienen que acercarse”, reclamaba una de las manifestantes.
Ya cerca de las 14.00 horas se hizo oficial que el piscinazo no se realizaría, agendándose para hoy al mediodía. “Es comprensible que las personas que estaban manifestándose busquen soluciones a sus demandas, porque lamentablemente vivimos en un país de contrastes. De todas formas, volveremos a prepararnos para cumplir con el compromiso”, dijo Silva durante la tarde.
En un momento violento, Fuerzas Especiales detuvo a cuatro de los vecinos de la toma, argumentando que fueron quienes arrojaron objetos hacia el hotel.