Eximente en caso de aborto
Señor director: El profesor Jaime Winter se refirió en carta publicada ayer a mi propuesta de generar una eximente de responsabilidad penal a la madre que sufre el drama, por partida doble, de una violación y de un aborto provocado de su embarazo. Valoro la honestidad que como punto de partida demuestra el profesor al admitir que califica como “restrictivo” el proyecto de despenalización del aborto en estas tres causales. Es decir, considera que el aborto debe despenalizarse más allá de estas circunstancias excepcionales planteadas en el mensaje del Ejecutivo. El sincerar el punto de partida respecto a la postura de cada cual en relación al aborto en general, más allá de la causal por violación, es lo que uno siempre pide en este tipo de debates. Mi definición al respecto es clara y consistente con la del Consejo Nacional de la Democracia Cristiana: Los seres humanos son titulares del derecho a la vida desde la fecundación. Respeto por cierto la concepción distinta que el profesor Winter pueda tener sobre la materia. Como la Constitución que juré respetar como legislador me mandata proteger la vida del que está por nacer, siempre consideraré que el aborto de un ser humano en gestación es un hecho ilícito, máxime cuando presenta una condición compatible con la vida y no está en riesgo la vida de su madre. El drama de la violación nunca puede transformar en lícito un aborto, pero sí se puede aplicar en este caso una eximente de responsabilidad penal. Propongo se aplique en este caso una mera despenalización, que impida que la madre reciba una sanción penal, sin que ello signifique que el Estado mediante la ley garantice que pueda interrumpir el embarazo del ser humano en gestación, como propone el proyecto. Por cierto estoy absolutamente abierto a discutir si la eximente o atenuante de responsabilidad penal puede alcanzar también al equipo médico. Destacados profesores de derecho penal ya han efectuado interesantes propuestas al respecto.