La afinidad y el gusto por un instrumento musical.
Sentirse atraído, tanto por el sonido como por el repertorio que se puede tocar, son dos factores determinantes a la hora de aventurarse en el aprendizaje de un instrumento musical. Sin embargo, el llamado es a experimentar con varios de ellos antes de es
La música es un motor de cambio para las personas, más allá de sus diferencias. Un punto de encuentro plasmado en sonidos, melodías y talento, el cual motiva a millones de fanáticos a atreverse y probar suerte en el largo recorrido que significa aprender a tocar un instrumento.
De acuerdo a expertos, por lo general, las personas que se aventuran en el aprendizaje, lo hacen a partir de ciertas características sonoras que posee el instrumento que desean aprender y que les resulta sumamente atractivo desde diferentes puntos de vista.
En este sentido, Enrique Vasconcelos, docente del Instituto de Música de la Universidad Alberto Hurtado (UAH), destaca que “estas inclinaciones de gusto personal, sin duda, son el primer gran impulso que toda persona necesita para querer comenzar con el estudio. Además, influye el sentirse atraído tanto por el sonido como por el repertorio que se puede tocar en el instrumento y desde ahí proyectar el nivel de logros esperados en la música”.
Un puente
Al momento de escoger un instrumento musical están presentes diversos factores que llaman la atención. Por ejemplo, es indudable que ciertos dispositivos y sonidos representan diversas épocas, géneros, modas y estilos musicales. “Por lo tanto, las personas de acuerdo a su temperamento o carácter se acercan a una u otra forma de expresión musical, y es a partir del mundo sonoro de su preferencia donde encuentran el instrumento más adecuado para canalizar sus inquietudes artísticas”, recalca Vasconcelos.
De este modo, y sin generalizar, la batería o la guitarra eléctrica pueden llamar la atención de artistas más “extrovertidos”. En tanto, instrumentos como la guitarra clásica o el piano clásico hace de sus intérpretes personas más introvertidas y perfeccionistas, debido a las altas exigencias de estudio.
A pesar de estos factores, desde la academia resaltan el valor del proceso de descubrimiento y experimentación con varios instrumentos a la vez. Sin ir más lejos, “saber qué instrumento musical practicaré como instrumento definitivo, está ligado muchas veces a un proceso de descubrimiento que cada persona debiese experimentar. Siempre sugiero a los interesados la exploración de diversos instrumentos, ya que sólo así se podrá determinar si existen condiciones naturales y facilidades para uno u otro instrumento”, concluye el docente de la UAH.