ERC pierde fuelle y Jxcat y el PSC acortan distancias, según el CEO
El Gobierno español obtiene por primera vez mejor nota que el catalán
Cualquier parecido con la realidad será pura coincidencia. Esta observación tan propia de algunas obras de ficción podría aplicarse al último barómetro del CEO, pese a que el trabajo de campo finalizó hace apenas diez días. Buena prueba de ello es que cuando se preguntaba a los consultados sobre las principales amenazas a su forma de vida, las epidemias aparecían en quinto lugar, por detrás del cambio climático, el terrorismo o el uso de los datos personales. Aun así, y a la espera del impacto que tenga en los actores políticos la gestión de la crisis del Covid-19, el sondeo ofrece algunas pistas sobre las percepciones de la ciudadanía.
Para empezar, las expectativas electorales confirman el gradual desfondamiento de ERC, que mejoraría en menos de dos puntos su resultado de las últimas autonómicas y obtendría entre uno y tres escaños más que en el 2017 (cuando cosechó 32). Sin embargo, en diciembre, el pronóstico del CEO brindaba a Esquerra casi 40 escaños. En segunda posición, pero acortando distancias, se situaría Jxcat. La formación de Carles Puigdemont perdería tres puntos en cuota electoral, y hasta seis escaños de los 34 que tiene ahora, pero su horquilla le permitiría aspirar a un máximo de 30; a sólo tres del partido de Junqueras.
En cualquier caso, el independentismo seguiría necesitando de la CUP –que podría duplicar su actual representación parlamentaria– para reunir la mayoría absoluta en la Cámara catalana. Además, las formaciones soberanistas quedarían de nuevo por debajo del 50% de los votos. Y paralelamente, el ascenso del PSC y de los comunes –de 3,5 puntos en cuota de voto, respectivamente– propiciaría una mayoría alternativa en el Parlament. Los socialistas, que podrían sumar hasta siete diputados a los 17 que lograron hace dos años, y los comunes, que podrían obtener seis más (de ocho a 14), reunirían con Esquerra entre 69 y 73 diputados, prácticamente la misma horquilla que dibujaría un tripartito independentista.
El resto del mapa electoral ratificaría el desplome de Ciudadanos, que perdería el 50% de sus 36 escaños y casi la mitad de sus votos, sin que ese retroceso beneficiara en igual medida al PP catalán. El partido que lidera Alejandro Fernández mejoraría en apenas un punto su estimación de voto, aunque podría duplicar los cuatro escaños del 2017. Y a su vez, Vox podría entrar en la Cámara catalana, con dos diputados. Finalmente, el horizonte electoral del barómetro apenas refleja variaciones ante unos eventuales comicios legislativos.
El resto del sondeo deja algunos registros que reflejan el desgaste de la clase política catalana y muy especialmente de su Gobierno. El president Quim Torra, por ejemplo, cosecha una nota de 3,85, y su antecesor, Puigdemont, de 4,05. Únicamente aprueba, y con cierta holgura (5,75), Oriol Junqueras. Y en cuanto a la valoración de la gestión del Govern, no sólo se mantiene en la línea del suspenso nítido (3,47) sino que por primera vez se ve superada por la nota que obtiene el Gobierno español (un pírrico 3,52, pero que supone un punto más que en el sondeo de otoño). De hecho, casi la mitad de los votantes de ERC o de la CUP suspenden al Govern. Y este indicador coincide con una percepción negativa de la situación catalana (76%), que se sitúa casi 12 puntos por encima de la española (64%).
Por otra parte, el respaldo a la independencia registraría un levísimo repunte (de 1,2 puntos) y se situaría en el 44,9%, frente a un 47,1% que rechazaría la secesión. La distancia entre ambas opciones se reduciría a la mitad con respecto a las cifras de hace tres meses y se acercaría
El sí a la independencia sube al 45% y el rechazo desciende al 47%, pero el soberanismo sigue sin alcanzar el 50% del voto
a una situación de empate técnico. Asimismo, y preguntada por sus preferencias entre monarquía y república, la sociedad catalana se inclina mayoritariamente (71%) por el régimen republicano.
Por último, el sondeo pregunta sobre un tema que tensa especialmente las relaciones entre los dos socios que gobiernan la Generalitat: el pacto de investidura en Madrid. La sociedad catalana aprueba con claridad el acuerdo entre el PSOE y Unidas Podemos para hacer presidente a Pedro Sánchez . El pacto obtiene una nota de 5,2, pero lo aprueban el 63% de los consultados (con tasas que superan el 70% entre los votantes independentistas).
En cambio, el pacto de investidura alcanzado por ERC cosecha un suspenso leve (4,83), aunque también lo aprueba el 56% de los catalanes (la misma tasa que los votantes de Jxcat), así como más del 80% de los electores de Esquerra o de los comunes, y el 60% de los del PSC.