La Universidad de Quilmes vuelve a producir su Supersopa
Es un superalimento que fue desarrollado por estudiantes y docentes en 2002, tras el estallido del 2001. Se destina a poblaciones vulnerables.
Tras cinco años de haber pausado su producción, vuelve a funcionar la planta responsable del programa Supersopa, de la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ). La actividad se había discontinuado durante la pandemia y ahora volvió a la carga con el alimento enlatado y nutritivo que abastece a comedores e instituciones en situación de vulnerabilidad social. La planta también produce guiso de arroz y sopa de vegetales.
Desde sus inicios hasta hoy, el programa fabricó más de 250.000 latas que equivalen aproximadamente a 9.750.000 raciones de alimentos. Se trata de una sopa enlatada hecha a base de hortalizas, arroz, carne, zanahoria, papas y arvejas, que no tiene ni conservantes ni aditivos. Además la Planta Elaboradora de Alimentos de la UNQ, con motivo del Día de la Independencia, también hizo locro en lata listo para consumir.
“Estamos muy contentos por la vuelta de la Supersopa. Es un producto que también tiene un contenido simbólico en este contexto”, expresó Alfredo Alfonso, rector de la universidad, en relación a la situación económica del país.
El programa inició en 2002 y el producto logró su distribución a lo largo de la Argentina, Mozambique, Chile, Dinamarca, Angola y Haití, pero por la pandemia, un corte en el servicio del gas y la necesidad de renovar la caldera, la producción quedó paralizada durante cinco años. Ahora la planta volvió a producir y ya lleva más de 150 latas de Supersopa hechas, que resultan un equivalente de 7.800 porciones.
Desde la UNQ explican que la función del programa es “formar a los estudiantes de la carrera de Ingeniería en Alimentos para que puedan insertarse en el sistema productivo, pero también tiene una función social y es que lo producido sea llevado a comedores e instituciones que intentan paliar la situación de las personas que se encuentran en estado de vulnerabilidad social”.
Los alumnos así hacen una práctica intensiva y se enfrentan a situaciones por las que atraviesa una planta de producción. Así, no sólo se preparan para el futuro laboral, sino que también contribuyen con el contexto social y económico de sectores vulnerables.
“La Universidad no es un espacio aislado de la sociedad. Por eso hemos resuelto recuperar la producción de Supersopa, pensando en las necesidades que tenemos en la región. Queremos abastecer con este alimento a los comedores escolares y populares, sobre todo de la provincia de Buenos Aires”, resaltó Alfonso.
Cada lata tiene una capacidad de cuatro litros que permite obtener hasta 50 raciones de comida concentrada que si se le agrega agua puede resultar en un alimento nutritivo para cualquier persona. También hacen latas de guiso y locro que alcanzan para unas 24 porciones. La sopa se puede conservar por dos años aproximadamente.
El programa brinda asesoramiento para la Transferencia Tecnológica de la planta para los establecimientos interesados en replicar el alimento. Para su distribución cuentan con una lista de padrinos que compran latas para enviar a comedores. Los interesadoos en ayudar se pueden comunicar enviando un mail a supersopa@unq.edu.ar o llamando al 43657100 interno 5656.