Materia y espíritu
El director alemán Heiner Goebbels presenta su versión de “De Materie”, por primera vez en el Teatro Colón.
De Materie no es una ópera sino teatro musical. Por supuesto que hay una soprano y un tenor, pero no están enamorados”. Así se pronunció sobre su obra el compositor holandés Louis Andriessen en 1988. En su música, el tiempo, la velocidad o la república (en términos de Platón) motivaron obras de envergadura orquestal durante los años 70 y 80, mientras que en De Materie pueden rastrearse relaciones entre la materia y el espíritu desde varios puntos de vista. Andriessen admitió que el lugar de partida remitía a un concepto de Marx: “No es la conciencia del hombre lo que determina su existencia, sino que, por el contrario, la existencia social determina esa conciencia”. Así, procuraba desafiar ese concepto mediante “cuatro ejemplos que demuestran algo más complejo de lo que Marx había pensado”. Los cuatro movimientos harían foco en personajes históricos: el primero, en el joven naturalista holandés David Gorlaeus; el segundo, en la flamenca Hadewijch de Amberes; el tercero, en el artista Piet Mondrian y el cuarto, en el poeta Willem Kloos y Madame Curie.
Las históricas preocupaciones sobre materia y espíritu se intentan elucidar en forma musical. El holandés trasciende su familiar idioma percusivo y complejo, de raigambre stravinskeana, para incorporar texturas impresionistas y ruidismo, así como influencias de Bach, la canción tradicional holandesa y hasta el boogie-woogie. Por todo esto, la presentación de De Materie en la Sala Principal del Teatro Colón, como apertura de la sexta temporada del Ciclo Colón Contemporáneo, conforma un evento superlativo, aun con el precedente de su debut en el Teatro Argentino de La Plata.
Menos un espectáculo a gran escala que un concierto escénico con secciones independientes, en esta versión de De Materie Heiner Goebbels, uno de los artistas y compositores más personales del avant-garde, hará en su rol de director de escena un aumento exponencial de su propuesta, por la amplitud del elenco y el espacio escénico. “Tuve un temprano acercamiento a Andriessen durante los años 70 con una banda callejera de contenido social, De Volharding, que me inspiró a armar el colectivo The Socalled Leftradical Brassband”, cuenta a Ñ el alemán, a un año de su debut en el Teatro Colón con su instalación Stifters Dinge. Ese acercamiento lo alentó a distanciarse de la versión original, estrenada por Robert Wilson en 1989. “Imaginé una escenografía que parte de la distinción entre los cuatro actos y de las estrategias compositivas de Andriessen. Como resultado, la orquesta es la protagonista.”
Goebbels destaca por amalgamar su arte a la literatura. La mayoría de sus obras parte de textos para imaginar escenarios visuales y/o musicales, ya sean los escritos del místico Adalbert Stifter en Stifters Dinge, las obras para radio de Heiner Müller en la elefantiásica y ecléctica Hörstücke, o textos de Alain RobbeGrillet en La Jalousie. En su trabajo con De Materie, distingue la imaginación de Andriessen. “Aparte del complejo tema del espíritu y la materia, la clave de esta ópera es que cada parte constituye un acto independiente, tanto en foco como en estilo musical. Es la reducción radical de la complejidad musical lo que hace de esta música materia en sí misma, y no tan sólo un conjunto de ideas”, explica.
Para Goebbels, De Materie no sólo es la más radical e interesante de las óperas de Andriessen sino que abre la ventana hacia donde la ópera contemporánea debería ir. “A menudo, la llamo una transformación copernicana de la ópera, porque las personas relegan el centro escénico a la materia y a fuerzas que el hombre no controla y debe respetar. Con su instrumentación, su rechazo a una historia de amor, a una narración lineal y a una identificación con los protagonistas, es aún, treinta años después, incompatible con la escena operística y su subestimación de la audiencia. La obra continuará siendo relegada, aunque su música es grandiosa”.
Ficha
De Materie, de Louis Andriessen Dirección musical: Pablo Druker. Dirección escénica: Heiner Goebbels. Lugar: Teatro Colón (Cerrito 628). Fecha y horario: sábado 25 a las 20 y domingo 26 a las 17.