Elementos naturales que previenen y bajan el colesterol
LA NATURALEZA PONE EN NUESTRO CAMINO SORPRENDENTES PRINCIPIOS CURATIVOS ENCERRADOS EN COMPUESTOS VEGETALES, MUCHOS DE LOS CUALES YA ESTAN SIENDO UTILIZADOS COMO BASE DE MUCHOS MEDICAMENTOS HIPOLIPEMICOS.
Hemos elegido los ejemplos que mejor representan la insospechada riqueza de recursos que la naturaleza pone a nuestra disposición; en este caso, para derrotar al principal enemigo de nuestro corazón.
FIBRAS SOLUBLES
A este grupo pertenecen las fibras que en los últimos años han sido objeto de gran interés por parte de los científicos: las gomas y las pectinas. Ocurre que han demostrado poseer asombrosos efectos medicinales en cuestiones tan vitales como la diabetes y el nivel del colesterol en la sangre.
Los científicos han verificado que la goma guar -fibra soluble, proveniente de la planta del mismo nombre- reduce la velocidad de absorción intestinal de glucosa, con lo que se evitan aumentos bruscos de azúcar en la sangre.
Pero donde los efectos colaterales de las fibras solubles alcanzan el nivel de “gran descubrimiento”, es en el de la prevención de enfermedades cardíacas, que logran controlando a su principal enemigo: el colesterol.
Uno de los motivos por los cuales en los últimos años se ha valorizado la utilización de las fibras se debe a que, finalmente, se confirmó de manera científica lo que las observaciones cotidianas ya hacían intuir: existe en las fibras un componente orgánico capaz de disminuir en la sangre el nivel de lipoproteínas de baja densidad (LDL). Por esta razón, ya no solo son los nutricionistas quienes plantean la necesidad de adoptar hábitos alimentarios donde las fibras ocupen un lugar tan importante como los nutrientes principales. Hoy, los cardiólogos son los principales impulsores del consumo masivo de fibras y, en especial, de fibras solubles. Entre estas existen dos compuestos que han demostrado poseer asombrosas propiedades hipolipémicas: el salvado
de avena y el psilio, efectivos reductores del colesterol en la sangre. Veámolos en detalle:
a) Salvado de avena:
Gran parte de la atención que se ha dedicado a la relación entre la fibra y el colesterol sanguíneo se ha centrado en torno al salvado de avena. Los investigadores han determinado que la clave se encuentra en un compuesto llamado beta-glucán, una fibra soluble en agua, abundante tanto en el salvado como en la harina de avena.
Se cree que esta fibra, un compuesto gomoso, es una de las sustancias naturales más eficaces para reducir el colesterol. Los estudios han demostrado que 55 gramos de avena incorporados diariamente en una dieta baja en grasas, inducen en menos de dos semanas una reducción de entre 5 y 10% del colesterol sanguíneo total. En otras palabras: una persona cuyo colesterol se encuentra en zona límite, como podría ser 240 mg/dl, puede bajarlo sin esfuerzo a 215, es decir, un valor mucho más manejable en términos de riesgo cardíaco. Y un dato curioso es que la avena baja el colesterol aun en