Propiedades nutricionales
Aunque cada fruta tiene ventajas específicas —de allí la importancia de consumirlas cuando son de estación y no tienen un cultivo o almacenamiento forzados—, este grupo de alimentos comparte ciertas características generales que son muy beneficiosas para la salud:
2 Abundantes vitaminas: entre las que predominan la C y el betacaroteno o provitamina A (que se convierte en vitamina en el organismo), nutrientes de acción antioxidante. En menor proporción, pueden señalarse algunas vitaminas del complejo B, solubles en agua. Por lo general, las frutas de verano, las que crecen al sol y las de color más vivo son las más vitamínicas.
2 Ricas en minerales: el más abundante es el potasio, imprescindible para mantener el sistema nervioso y el muscular en buenas condiciones, así como contribuye a equilibrar el sodio y el potasio en el tejido celular. Además, las frutas contienen magnesio, que mejora el funcionamiento intestinal, las defensas y protege los huesos y los dientes.
2 Aporte importante de fibra: es uno de los elementos que, además del agua, hacen que las frutas tengan un elevado valor de saciedad. La fibra frutal es la pectina, soluble en agua, y la mayor parte se encuentra en la cáscara; por eso, se recomienda que las frutas no sean peladas.
2 Alto contenido de agua: como ya ha sido señalado, la elevada proporción de agua que contienen las frutas es lo que les da su poder depurativo, desintoxicante y, con la fibra, da saciedad y ayuda a controlar el apetito.
2 Fitoquímicos: son pigmentos que le dan color y aroma a las frutas. Tienen beneficios antioxidantes y ayudan a retrasar el deterioro de los tejidos orgánicos.