Una fábrica que se abrió a los servicios
Productora de válvulas, Valyser se diversificó hacia el mantenimiento industrial en los yacimientos y la reparación mecánica en su planta. Siguen fabricando, pero sólo a pedido.
Un taller de torneado en Villa Domínico con el nombre Musacchio. Ésa es la semilla, plantada en 1972 y regada con ahínco desde 1992, cuando mudó la planta a Sarandí, que germinó en Valyser: una proveedora especializada en mantenimiento de plantas que se fundó en 1997.
Las dos razones sociales pertenecen al mismo grupo familiar. “Hoy ambas empresas comparten ubicación en una fábrica de 12.000 metros cuadrados en el parque industrial Pibera, en Berazategui, donde tenemos tanto la superficie como la altura necesarias para manipular grandes piezas, un requerimiento de la industria pesada”, señala Jorge Musacchio, presidente de Valyser.
Musacchio nació en 1972 como un taller de torneado y, con el tiempo, fue ampliando tanto su cartera de clientes como su campo de acción. “Dentro de nuestra planta, la principal tarea es la reparación integral de válvulas. Y brindamos a otras industrias servicios como la reparación de intercambiadores de calor, de aeroenfriadores, de acumuladores, equipos a presión y tanques de almacenamiento”, agrega el titular de la firma.
Musacchio explica que uno de los principales desafíos que debieron encarar en casi medio siglo fue comprender que el negocio inicial había cambiado: la fabricación y reparación de válvulas fue perdiendo impulso, a medida que se hizo imposible competir en costos con los productos importados. ¿Cómo hicieron? “Orientamos esfuerzos hacia necesidades no cubiertas del mercado y encontramos un nicho en la limpieza y reparación de equipos en paradas de planta”, relata Musacchio. La división de válvulas, en la que están certificados para el mantenimiento de válvulas, sólo funciona con el sistema de fabricación
a pedido. “La producción convencional de válvulas dejó de ser rentable desde la dècada de 1990”.
Como en toda empresa familiar con décadas de trayectoria, las generaciones se van sumando. Ya hay integrantes de la tercera generación que participan del staff. “Desde los comienzos, fuimos proveedores de las principales organizaciones nacionales, con contratos como el de reparación de válvulas a Nivel País que se ejecutó para YPF”, recuerda Musacchio. Prácticamente todo el arco de empresas del sector energético y de la industria pesada son sus clientes. “Además de YPF, trabajamos para Pan American Energy, Ternium, Tenaris, Fate, Aluar, Central Puerto, Pampa Energía, TGS, TGN y General Electric, entre otras”, enumera el empresario. “La principal tarea realizada en taller es la reparación integral de válvulas y, además, préstamos importantes de servicios en instalaciones industriales, entre los que se pueden mencionar la reparación integral de intercambiadores de calor, de aeroenfriadores, de acumuladores, equipos a presión, tanques de almacenamiento, entre otros”.
La empresa se está enfocando en certificar la estampa ASME como taller fabricante de equipos sometidos a presión. “Este objetivo apunta a resolver necesidades crecientes del mercado energético y acompaña nuestras constantes inversiones en equipamiento para maximizar tanto la eficiencia como la seguridad de nuestros trabajadores e integridad de nuestos clientes”.
Con el paso de los años, el mercado se volvió más exigente. “Nos vimos obligados a estandarizar nuestros procesos y controlar las variables que repercuten en sus resultados. Hoy trabajamos bajo un sistema trinorma, ISO 9001, ISO 14001 y OHSAS 18001. Somos los más interesados en cumplir con toda normativa fiscal, legal y técnica aplicable a nuestros procesos internos por una razón sencilla: entendemos que es la única forma de trabajar y seguir creciendo en lo que nos gusta hacer”, agrega el empresario.