Perfil (Sabado)

“Con Piazzolla nunca nos quisimos”

La actriz y cantante volvió al escenario con un repertorio que entrecruza clásicos y canciones menos conocidas. Habla sobre su voz, su programa en la radio y Mirtha Legrand. Recuerda a Julio Cortázar y a Astor Piazzolla.

- ANA SEOANE

Dos pasiones la definen: música y teatro. Cada tango que canta lo interpreta. Durante marzo seguirá con su último espectácul­o, Susana Rinaldi: la voz de Buenos Aires los sábados, en El Picadero siempre a las 22.15. Con la dirección musical de Juan Carlos Cuacci recorre varios clásicos como Desencuent­ro o Naranjo en flor, por citar solo dos. Y también se la podrá escuchar en un nuevo programa de radio, Los cuentos de Susy,

los viernes a las 21 por la FM Folklórica de Radio Nacional.

“Siento que en estos últimos tiempos –confesará– que la voz me ayuda más que nunca. La gente reitera su venida al teatro, porque está tan sorprendid­a como yo. A mitad del año pasado estuve enferma y no tenía ganas de subirme al escenario. Pasé mucho tiempo sin cantar una nota y me redescubrí canturrean­do hará tres o cuatro meses. Ahora tengo seguridad”.

—¿La primera pasión fue la música antes que el teatro?

—Sí, la música de cámara, que me transporta a otros mundos y atmósferas, por eso estudié en el Conservato­rio. Fue mi primera tendencia, nadie esperaba eso de mí. El único que supo apreciarlo fue mi padre, pero murió muy joven. Yo tenía 16 años cuando lo perdí. Teníamos piano y fue mi madrina quien me acercó a la música.

—¿En qué momento aparece la actuación?

—Tenía 18 años cuando decidí sumar mis estudios en arte dramático. Tuve como compañeros a María Cristina Laurenz y a Héctor Gióvine. Me recibí en los dos Conservato­rios, tanto en el de Música como en el de Artes Dramáticas. En esos tiempos los profesores nos llevaban al primer canal de la televisión argentina, había una gran comunidad.

—En tu espectácul­o señalás que estuviste prohibida en el Teatro San Martín: ¿por qué?

—Durante mucho tiempo salía de mi casa e iba al Teatro San Martín como actriz, integrando alguno de los elencos. Me gustaba tanto ese teatro que llegaba temprano antes de la función para bañarme en el camarín. Allí –por ejemplo–, protagonic­é Antígona Vélez de Marechal con la dirección de Santángelo (1973). Segurament­e dije algo inconvenie­nte y en 1978 se me cerraron las puertas. Mucho tiempo después me enteré que estaba en una lista negra.

—¿Qué decidió tu retorno? —Se lo debo a Mirtha Legrand. Su marido, Daniel Tinayre, iba mucho a Francia y un día me lo encontré en el Théâtre de la Ville. A él le encantaba lo que hacía y se ve que se lo contaba a Mirtha. Fueron ellos los que me hicieron volver a trabajar aquí. Armó un programa especial de Almorzando con…

donde compartí la mesa con mi amigo Sergio Renán y Susana Giménez, quien iba por primera vez.

—¿Y tu amistad con Julio Cortázar?

—¡Le debo tanto a ese hombre! Fue único e inesperado. Un día, Pepe Fernández (N. de la R: colaborado­r de la revista Sur, amigo de Borges, Bioy Casares y Silvina Ocampo) me invitó a su casa y ahí Julio Cortázar me pidió que le firmara cuatro discos míos. Desde ese momento, todos los días nos tomábamos un chocolate y charlábamo­s horas y horas.

—¿Siempre seguimos con listas negras o grietas?

—Es lo más fácil, eso lo hacen los que se creen que pueden decidir sobre los demás. Es muy difícil sacar la ignorancia. Espero que no se repita la historia. Los medios de comunicaci­ón están enfermos. Se dejan llevar por la costumbre de repetir lo que no deben y quieren quedar bien con el patrón que le toque en el momento. Por suerte tenemos escritores y filósofos que son de primera, pero no es suficiente para un país. Hay que acostumbra­r a la gente a que piense y a no perseguir a nadie.

—Desde este mes estarás en Radio Nacional (FM Folklórica 98.7)…

—Sí, los viernes a las 21 iremos en vivo con Los cuentos de Susy. Buscaré que el tango cobre nobleza. Contaré la historia de cada tema y me propongo dar a conocer a los nuevos. Tenemos autores y compositor­es, tanto hombres como mujeres notables, que la gente desconoce y que no se los escucha en ningún lado. Admiré mucho como intérprete a Mercedes Simone, fue una mujer que nunca se vistió de varón para cantar y defender al tango. Ella lo veía como innecesari­o y tenía una voz aterciopel­ada. —¿Y Piazzolla?

—Con Piazzolla nunca nos quisimos. El detestaba a las mujeres que cantaban el tango. Pero un día en Francia dijo que yo era una gran cantante. Tengo una foto con él riéndonos. ¡Qué cosa los argentinos! ¡Aquí no nos mirábamos y afuera sabiendo que representá­bamos a la Argentina cambió todo! Era un genio, un creador. Junto con el poeta Horacio Ferrer vinieron a verme al teatro en París. No lo olvidaré. Tenemos que reconocer a tiempo lo que hace el otro.

“Es muy difícil sacar la ignorancia. Espero que no se repita la historia.”

 ?? SERGIO PIEMONTE ?? DOBLETE. Rinaldi vuelve a la radio y a cantar.
SERGIO PIEMONTE DOBLETE. Rinaldi vuelve a la radio y a cantar.
 ??  ?? HISTORIA. Rinaldi sostiene que su voz nunca estuvo mejor. La mesa de Mirtha Legrand que ella insiste que la salvó. Sus días de radio. Junto a sus hijos, los músicos Ligia y Alfredo Piro.
HISTORIA. Rinaldi sostiene que su voz nunca estuvo mejor. La mesa de Mirtha Legrand que ella insiste que la salvó. Sus días de radio. Junto a sus hijos, los músicos Ligia y Alfredo Piro.
 ??  ??
 ??  ??
 ?? FOTOS: CEDOC PERFIL ??
FOTOS: CEDOC PERFIL

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina