La grieta sindical se replica también en los bloques parlamentarios
La grieta que divide al sindicalismo en torno a la marcha convocada para el 21 de febrero por Camioneros y la familia Moyano también encontró su réplica en el Congreso. Kirchneristas, CTA y moyanistas por un lado; referentes metalúrgicos, del gremio de peones rurales y petroleros, por el otro.
El bloque de diputados del Frente para la Victoria-PJ, encabezado por Agustín Rossi, es el único que, en una conferencia de prensa, expresó de manera formal su respaldo a la movilización en contra de las políticas del gobierno de Mauricio Macri. Allí conviven Hugo Yasky y Pablo Carro, de CTA, con Vanesa Siley del gremio de los Judiciales y Walter Correa de Curtidores, quienes ya anticiparon que se pondrán al hombro la representación política en la marcha.
Pero también está Abel Furlán, un representante de la Unión Obrera Metalúrgica que, con Antonio Caló a la cabeza, ya negó su respaldo a la movida moyanista. Según comentaron fuentes parlamentarias a PERFIL, la conducción del bloque kirchnerista le avisó a Furlán su decisión de sentar posición y, si bien el diputado ratificó su alineamiento gremial, prefirió no interferir en la maniobra.
“Hay motivos suficientes para marchar”, resumió en las redes sociales Facundo Moyano, el mediático diputado del Frente Renovador que, en este caso, se puso del lado de su familia. En principio, el joven Moyano se ubicaría en el mismo bando que Graciela Camaño, la jefa del bloque renovador y esposa del gastronómico Luis Barrionuevo, que arengó para concretar la marcha, pero que ahora duda de mostrarse junto al presidente de Independiente en una directa embestida contra el gobierno nacional.
No obstante, el Frente Renovador evitó anticipar una postura unificada frente a la ofensiva sindical opositora.
A favor de la movilización se anotan además el diputado moyanista Jorge Taboada, del bloque Chubut somos Todos y la representante del FIT Romina del Pla, rival interna de Roberto Baradel en el Suteba bonaerense.
En la vereda contraria, el PRO solo puede ostentar un soldado propio que rechaza la marcha: el diputado Pablo Ansaloni, un bonaerense de Uatre que mantiene la alianza que supo construir “Momo” Venegas con Macri para darle respaldo en su carrera presidencial.
Otros aliados del Gobierno en el Congreso son las figuras del gremio petrolero, encabezado por Antonio Cassia, que dijo no “desconocer” los motivos de la marcha, pero se opuso a la “metodología” en momentos en que el sector necesita de inversiones extranjeras. Ahí se anotan el peronista bonaerense Alberto Roberti y el neuquino Guillermo Pereyra, partícipe necesario del convenio flexibilizador que alcanzó el Gobierno en Vaca Muerta y que aspira a replicar, aunque sea en parte, a nivel nacional.
El Frente Renovador evitó anticipar una postura unificada frente a la marcha