BCG, la consultora que piensa al Estado como “atención al cliente”
Recortar los programas que no ofrecen valor, eliminar procedimientos regulatorios excesivos y pensar el servicio de gobierno como “atención al cliente” son algunas de las recomendaciones que hace Boston Consulting Group (BCG), la consultora a la que acudió el Gobierno para reestructurar el Estado.
BCG asesoró a los gobiernos de Australia, India, Alemania, Estados Unidos, España y Rusia, entre otros. Cuando fue contratada por la administración de Vladimir Putin, la consultora relevó cuáles eran las condiciones que requerían los inversores para desarrollar emprendimientos. A partir de este trabajo, elaboró el Indice Regional de Clima de Inversión, que actualmente ofrece a otros Estados.
Una de las prioridades es generar condiciones de inversión amigables para los empresarios. Para esto, traslada conceptos que se utilizan en el sector privado, como la eficiencia y eficacia, hacia el sector público y plantea “optimizar los recursos humanos”.
En la Argentina, BCG llegó a trabajar con el Estado de la mano del vicejefe de Gabinete, Mario Quintana, quien convocó al director regional de la consultora, Jorge Becerra, para que se desempeñara en el Consejo de Supervisión Estratégica de las Empresas Públicas. Meses después, cuando Quintana se hizo cargo de la Dirección de Diseño Organizacional (DDO), adjudicó la tarea de consultoría al Boston Consulting Group.
En el entorno de Quintana se desligaron de la contratación. “Preguntá en el Ministerio de Modernización”, respondieron a PERFIL. Pero en el área a cargo de Andrés Ibarra señalaron que “la llegada de BCG se efectuó luego de que la DDO pasara a Jefatura de Gabinete”. Contactado para la nota, Becerra evitó responder. Pese a que BCG promueve la sustentabilidad, cuando le tocó asesorar al gobierno español recomendó recortar los fondos para promover energías renovables, y el Ministerio de Industria eliminó US$ 1.700 millones en fondos para uno de los negocios del momento.