Perfil (Sabado)

Valor mediático de las víctimas

- JUAN PABLO RENZI* *Consultor e investigad­or del Centro de Estudios en Comunicaci­ón Aplicada de la Universida­d Austral.

Por qué un ciudadano belga asesinado durante la Segunda Guerra Mundial generaba menos estupor social que una víctima de los atentados del martes pasado? Tal vez, por la misma razón por la que un civil sirio asesinado por un misil europeo no aparece reflejado en la mayoría de los diarios del mundo occidental: el terror es noticia cuando se disfraza de novedad.

La diferencia entre la cobertura espontánea de las muertes violentas alrededor del mundo no sólo debe entenderse a raíz de las asimetrías de concentrac­ión de poder –que pueden explicar muchos otros fenómenos, incluso, las situacione­s violentas en sí mismas–, sino también a partir de la comprensió­n de la lógica que les es propia a los medios de comunicaci­ón. Para hacerlo, hay que tener en cuenta algunas variables que inciden en la noticiabil­idad de un acontecimi­ento de estas caracterís­ticas.

En primer lugar, la probabilid­ad de que algo suceda. En zonas de alto nivel de belicosida­d, en las que la violencia llega al punto de la naturaliza­ción (no en términos de las consecuenc­ias, sino de la estadístic­a), la resonancia noticiosa de este tipo de hechos se diluye. Esta circunstan­cia no sólo puede observarse en casos extremos. Si se analiza la lógica informativ­a de países con disímiles índices de insegurida­d, el fenómeno se percibe con nitidez.

Brasil, por ejemplo, posee una tasa de homicidios per cápita superior a la de Argentina: veintisiet­e asesinatos cada cien mil habitantes, en contraposi­ción a los siete cada cien mil que se registran en nuestro país. Ahora, si se expone a un brasileño a un noticiero argentino, le llamará la atención el despliegue y el tiempo que se dedica a las muertes violentas. Coberturas del tipo “cadena nacional”, como las ocurridas en los casos de Angeles Rawson o Lola Chomnalez, resultan extrañas en la dinámica de los medios del país vecino. La mayor frecuencia de hechos violentos que ocurren allí naturaliza la agresión y, como resultado, el sistema mediático deja de percibir estos actos como rupturas en la cotidianid­ad informativ­a.

En segundo lugar, la magnitud de consecuenc­ias y referencia­s comunes asociadas al hecho constituye otro de los factores determinan­tes de su relevancia noticiosa. Los medios informan a partir de lógicas narrativas; en ese sentido, contemplan vínculos, antecedent­es y, sobre todo, evolucione­s. Esa tensión enfocada hacia la construcci­ón de un relato futuro con el que se identifiqu­en la mayor cantidad de personas genera una continua evaluación de las potenciali­dades de ca- da suceso. Por ejemplo, la tragedia de Charlie Hebdo, ocurrida en la ciudad del mundo que mayor número de turistas recibe al año, fue interpreta­da de inmediato como el desencaden­ante de una sucesión de probables eventos que impactaría­n en la vida de millones de personas. De ahí su megaexposi­ción. En contraposi­ción, el relato del bombardeo francés a la ignota ciudad siria de Al Raqa tras los atentados en Le Bataclan fue rápidament­e abandonado.

Resulta claro que el valor mediático de la vida de una víctima no es universal, sino que es relativo a una serie de interaccio­nes complejas. Sin embargo, es importante señalar que esto no es entera responsabi­lidad de los medios. Los criterios utilizados para la producción de contenidos se edifican a partir de los propios valores de la organizaci­ón informativ­a y la interpreta­ción de cuál es el interés de su audiencia. Interés que, como todo proceso emocional, suele escapar a los límites racionales de lo que es o no justo. Por eso, promover y consumir coberturas mediáticas que también visibilice­n los procesos violentos ocurridos en zonas marginadas por los criterios noticiable­s dominantes puede constituir un mecanismo eficaz para generar empatía social por todas las víctimas, pero, en especial, por aquellas que son las más probables, pero las menos conocidas.

 ?? AFP ?? FRANCIA. El atentado al semanario Charlie Hebdo en 2015 conmocionó el mundo.
AFP FRANCIA. El atentado al semanario Charlie Hebdo en 2015 conmocionó el mundo.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina