Jóvenes salvajes
La sociedad argentina ha demostrado su estupor, su repudio y su indignación ante los asesinatos cometidos en los últimos tiempos por jóvenes a seres indefensos durante robos y entraderas o en la vía pública, y aunque la pérdida de personas inocentes que murieron en esos episodios sea irreparable, la gente confía en que algún día los culpables sean identificados y condenados.
La delincuencia juvenil no solo ha sido un flagelo en nuestro país. Esto queda evidenciado en la cantidad de películas que se filmaron en los Estados Unidos enfocando esa tragedia, especialmente en los años 50. El caso de Nathan Leopold, Jr. y Richard Loeb, dos estudiantes de 20 años pertenecientes a una familia rica de Chicago que en 1924 secuestraron y asesinaron al joven Robert Franks, solo por creer que tenían una inteligencia superior, y que su crimen no sería descubierto, fue reflejado en la película Compulsión, dirigida por Richard Fleischer, y con Bradford Dillman y Dean Stockwell como los asesinos. Los nombres de los personajes fueron cambiados para evitar un juicio de Leopold (que en 1959 aún vivía), pero aun así el asesino hizo juicio a la Fox por invasión a la privacidad, pero su demanda fue rechazada. Alfred Hitchcock se había inspirado también en ese caso cuando filmó Festín diabólico en 1948, con Farley Granger y John Dall, usando asimismo, otros nombres, pero ambientando la historia en circunstancias muy distintas. La película fue prohibida en algunos estados por la insinuación de homosexualidad entre los personajes.
La película Jóvenes salvajes de John Frankenheimer mostraba el asesinato de un puertorriqueño ciego cometido a puñaladas por tres adolescentes en el barrio de Harlem, uno de los cuales era el hijo de la ex amante del fiscal que atendía el caso.
El musical West Side Story, que ganó varios Oscar en 1961, enfocaba la rivalidad entre dos pandillas de un barrio pobre de Nueva York que provoca enfrentamientos constantes que culminan con dos asesinatos. Otros títulos de esa época relacionados con la delincuencia juvenil son Semilla de maldad, Juventud rebelde, Crimen en la calle, La escuela del vicio y Juventud indomable.
En aquellos años el cine argentino aportó dos exponentes del género: La patota, de Daniel Tinayre, en la que una profesora era violada por un grupo de sus alumnos, y El jefe, de Fernando Ayala, basada en un cuento de David Viñas, en la que el personaje de Alberto de Mendoza reunía un grupo de jóvenes para acompañarlo en actos delictivos y pretendía incriminarlos en un asesinato que él había cometido.