‘Lost’ pasado por la sátira
El actor estrenó, en la señal TBS, Wrecked, una comedia acerca de un grupo de sobrevivientes de un accidente aéreo que terminan en una isla desierta. El poder de la improvisación.
Wrecked es una comedia distinta, aunque se parece a muchas cosas”, dice en exclusiva para PERFIL del otro lado del teléfono Brian Sacca, uno de los integrantes del show que TBS emite a las 22.30 los días miércoles. Tiene razón: la serie ofrece una alternativa a, claro, Lost, ya que es un show que decide conscientemente estrellar a un grupo de extraños en una isla y ver qué sucede entre ellos. Pero lo que allí en la serie de J.J. Abrams era aventura y misterio aquí es comedia “en un punto”, dice Sacca, “realista: la gente actúa con miedos graciosos y miserables con los que cualquiera podría relacionarse y reírse. No todos somos héroes, la mayoría somos unos bastardos que si alguien nos viera con un control remoto en la mano podría reírse bastante. Precisamente de eso se trata Wrecked, de reírse de determinadas miserias entendiendo que se da el marco para burlarse de ellas”.
—La comedia en la televisión nunca tiene el mismo grado de respeto que el drama, y ustedes encima se lanzan “contra” un hit como “Lost”. ¿Qué creés que puede funcionar de esa fórmula?
—Honestamente, la comparación con Lost viene más de lo geek que de la realidad. Hay muchas series con náufragos o sobrevivientes en una isla, y realmente la importancia de Lost, que es real, no era la idea a destruir aquí. Era aprovechar una base que nos ha dado la televisión desde La isla de Gilligan y jugar con ella usando modelos y formas de la comedia más reciente. Es, antes que una ofensa, revigorizar un género que creíamos que después de Lost ya sólo sería un mito. Estamos jugando y sin rencor alguno.
—Realmente no lo sé. Creo que la televisión vive un momento espectacular, sobre todo las series, pero las dramáticas poseen un diseño previo tan milimétrico que la única respuesta posible es soltar la comedia, jugar como se viene haciendo hace años con la improvisación y entender que ahí hay algo que define el género más que nunca por estos años. Suena defender algo que hacemos, pero hasta directores como Judd Apatow se valen, y han hecho un arte, de la propuesta que implica permitir la improvisación.
—¿Cómo entonces defini-