Con banco nuevo, los calcaterra se quieren subir a la reactivación
Luego de que el Banco Central finalmente les aprobara a Fabio y Angelo Calcaterra, primos del presidente de la Nación, la operación de compra del banco Interfinanzas que habían realizado en septiembre de 2015, los hermanos, junto al otro accionista, Fernando Mauro, se preparan para aprovechar un eventual rebote de la economía otorgando créditos, en principio para pymes vinculadas al comercio exterior.
El desembarco se produjo luego de que pusieran alrededor de US$ 15 millones en efectivo y se hicieran cargo de una deuda por US$ 17 millones con el Bank Austria, accionista hasta que en 2002 dejó el país y dejó la entidad en manos de quienes ahora vendieron, Miguel Angelino y José González María de la Fuente.
El banco tiene sesenta empleados y su mayor atractivo: una “patente full”. Aunque tiene una cartera de préstamos prendarios, puede operar en todos los segmentos. Quiso comprarlo Eduardo Eurnekian hace un par de años. “Bienvenido al sistema financiero”, le había dicho la entonces jefa del Central, Mercedes Marcó del Pont. Pero el gobierno de Cristina Kirchner lo vetó. El ex jefe del Banco Central Juan Carlos Fábrega supo buscarle comprador cuando parecía que podía entrar en crisis.
Fabio Calcaterra, hoy empresario de la papa, tiene experiencia de casi una década operando en el sector financiero, entre los 80 y los 90, y será quien comande los negocios. Angelo, en tanto, tendrá partes iguales de las acciones. Dice estar corriéndose de los negocios vinculados a la obra pública y puso en venta Iecsa, su constructora, para evitar suspicacias por su parentesco con el jefe de Estado en la era Báez-Caputo. Con el banco, sin embargo, volverá a estar en un sector regulado, en este caso por el Banco Central. Estrategia. Según el plan de negocios ya elaborado, habrá un relanzamiento de la marca en el primer trimestre, y están analizando si se abrirán nuevas sucursales o apostarán a una estrategia más digital.
“Hay un nivel muy bajo de bancarización y esperamos aprovechar la llegada de la economía informal al sistema bancario”, dicen los que trabajan en la estrategia del nuevo Interfinanzas. El otro objetivo es ser un actor en el crecimiento del crédito a largo plazo para las industrias, en especial las pymes. Si son ciertos los pronósticos del equipo de gobierno del primo de los accionistas, habrán compra- do barato: con varios años de crecimiento al 3% o 4%, la demanda podría subir en forma sostenida. Juran que no quieren saber nada con financiar obra pública.
El Banco Interfinanzas opera en el país desde la década del 70. Primero fue banca mayorista y luego de la crisis de 2001 se volcó al consumo.