Olé

TÁCTICA...MENTE

Ambos equipos llegaron con sus armas y la final ya se juega en la cabeza de los técnicos. Acá, las claves de un duelo sin mañana.

- VICENTE MUGLIA vmugl i a @ole.com.ar

Sorprender­á Eros Mancuso atacando por dentro desde la izquierda como ante Boca? ¿Bouzat seguirá ganando tantos duelos en la mitad como frente a Argentinos? ¿Enzo Pérez podrá filtrar tantos pases detrás de la primera y segunda línea de presión de Vélez? ¿Marchiori sacará mucho en largo para evitar la presión alta de Estudiante­s? ¿Los técnicos harán cambios de esquema y de nombres o van a sostener la idea que los llevó hasta acá?

La final de la Copa de la Liga se disputará el domingo pero ya se está jugando en la cabeza de Eduardo Domínguez y Gustavo Quinteros. Los entrenador­es trabajan pensando en cómo aprovechar las debilidade­s y cómo neutraliza­r las fortalezas del otro. Y en Olé analizamos el estilo de juego y las claves de los dos finalistas...

El Estudiante­s de Domínguez

“No queremos tener mucho tiempo la pelota, la queremos tener muchas veces”. Esa frase de Domínguez a sus dirigidos en uno de sus primeros entrenamie­ntos es toda una auténtica declaració­n de principios. Traducido: no la tengamos por tener y estemos atentos para recuperarl­a apenas la perdemos. En esta Copa de la Liga, el Pincha intentó cumplir con esto. Si se observan las estadístic­as de Opta Stats-perform, Estudiante­s fue el cuarto equipo en el tabla de posesión con un 55,9% de tenencia de promedio por partido. Es decir, la tuvo más que su rival. Pero el dato más relevante es que, en ventaja, no se alteró demasiado ese porcentaje: bajó apenas al 52%. Junto con River fueron los únicos equipos del torneo que no resignaron la tenencia cada vez que estuvieron arriba en el marcador. Todo un síntoma de la necesidad por ser los dueños del balón. En cuanto al otro aspecto, el de la recuperaci­ón, se nota que el equipo hizo hincapié en la presión en campo rival. En la fase regular del certamen completó 95 pelotas recuperada­s en terreno adversario (8° de 28 en dicha tabla). De esas recuperaci­ones, 16 terminaron en remates al arco y dos fueron goles. La presión alta, en bloque, es otra clave de su modelo.

Con respecto al sistema táctico, Domínguez osciló entre un 4-4-2 bien marcado, un 4-2-22 en el que los dos volantes más ofensivos se cierran para armar un cuadrado con el doble cinco y también apeló en algunos momentos al 4-2-3-1. Contra Boca, en la semifinal, optó en cambio por un 4-3-2-1. Con Cetré sin estar al 100% (por eso fue al banco), el DT modificó el dibujo y terminó sufriendo porque la zona del mediocampo le quedó muy ancha para cubrirla con esos tres volantes. Así, Advíncula pasó al ataque con mucha libertad. Sin carrileros o extremos que puedan retroceder por la banda, el equipo la pasa mal cuando el rival lo lleva a un costado y luego le gira el juego para atacarlo por el otro.

En la fase ofensiva, una herramient­a en ataque son las subidas de los laterales, Mancuso y Benedetti. Dan amplitud y profundida­d aunque hay matices. Por ejemplo, Mancuso a veces puede ir al otro carril y desde ahí atacar por dentro, convirtién­dose en un laterior para lograr superiorid­ad numérica por los pasillos centrales. En la fase de elaboració­n, Enzo Pérez es el eje, siempre. Capaz de meterse entre los centrales para sacar la pelota y de filtrar pases en campo rival. A su costado, Ascacibar aporta despliegue y llegada al área rival. Y arriba, Carrillo es el faro como centrodela­ntero juegue Estudiante­s con extremos o con doble 9 (con Javier Correa).

El Vélez de Quinteros

Poco quedó de aquel equipo vapuleado en la tercera fecha ante River (0-5 en el Monumental). Quinteros cambió el sistema y lo mantuvo en casi toda la Copa de la Liga: el 4-2-3-1. Aunque, por momentos, el equipo pasa a un 4-4-2 ó 4-4-1-1. Dentro de esa estructura sobresale

LA POSESIÓN PROMEDIO DEL PINCHA ES DE 55,9%. VÉLEZ, 55,4%.

una variante táctica novedosa del DT: colocó a Bouzat como doble cinco al lado del pibe Ordóñez. Sí, a alguien que jugó casi siempre de extremo o de carrilero lo ubicó más hacia adentro para que aporte su despliegue. “Además de lo que corre, no pierde la pelota y gana muchos duelos en esa zona tan importante”, lo destacó su entrenador. El dato contra el Bicho: líder en duelos ganados (14). Justamente Bouzat es el abanderado de un equipo con mucha dinámica y capacidad de recuperaci­ón. Vélez hizo del sacrificio su leitmotiv. Pizzini y Thiago Fernández, los mediapunta­s por afuera, descienden por banda cuando el equipo debe defender. Eso le permite a Aquino moverse como un enganche libre. El 22 es la cuota de fútbol, pausa y panorama del equipo. Por algo es el que más asistencia­s dio (4 en el torneo).

Con la pelota, el equipo construye desde el fondo cuando puede. Si no, no tiene problemas en atacar de manera más directa. Eso sí, su relación con el balón fluctúa de acuerdo con el resultado. Su 55,4% de posesión promedio se cae al 42,3% cuando pasa a ganar. Allí, Quinteros tiene a mano variantes para fortalecer la zona media: Méndez y Cáseres, en el banco, siempre están listos para armar una posible línea de cuatro volantes con caracterís­ticas de marca para hacer más compacto el bloque defensivo. Sin la tenencia, no suele ir a apretar tan alto sino que suele elegir una presión en zona media. Es decir, apuesta a hacerse fuerte en el mediocampo para robar y atacar directo. Contra Argentinos, con un jugador menos casi todo el partido, se vio cómo logró cerrar líneas de pases a partir de un correcto posicionam­iento y de una movilidad constante para ajustar y evitar grietas entre la última línea y la zona de volantes. Solidario, es un equipo que trabaja y bascula siempre en bloque para no quedar mal parado.

 ?? ?? VÉLEZ MANTUVO EN CASI TODO EL TORNEO EL 4-2-3-1 Y ASÍ LLEGÓ A LA FINAL. ESTUDIANTE­S OSCILÓ ENTRE EL 4-4-2 Y EL 4-2-2-2.
VÉLEZ MANTUVO EN CASI TODO EL TORNEO EL 4-2-3-1 Y ASÍ LLEGÓ A LA FINAL. ESTUDIANTE­S OSCILÓ ENTRE EL 4-4-2 Y EL 4-2-2-2.
 ?? ??
 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina