ROMPIÓ EL ARCO
Benedetto decidió no viajar a Brasil con la delegación, a diferencia de Izquierdoz y de López, que sí fueron pese a no poder jugar. El 9 rescindir su vínculo y pasará al Olympique.
Es un ciclo terminado. Ya no hay vuelta atrás. Claro, es que si algún hincha de Boca aún tenía la ilusión de que el pase no se hiciera por alguna u otra razón y que Darío Benedetto continuara rompiendo redes con la camiseta azul y oro, la imagen que se vio ayer cerca del mediodía en el Centro de Entrenamiento de Ezeiza, sentenció todo tipo de esperanzas. Luego de la práctica matutina, la delegación xeneize armó las valijas y se dirigió hacia el aeropuerto para emprender viaje hacia Curitiba. Si bien Lisandro López y Carlos Izquierdoz sí se subieron al avión rumbo a Brasil a pesar de que ninguno de los dos saltará a la cancha (uno desgarrado y otro suspendido), el Pipa no hizo lo mismo y decidió quedarse en Buenos Aires para recuperarse del desgarro y aguardar que se termine de cerrar el pase al Olympique de Marsella. De este modo, teniendo en cuenta que el delantero ya tiene la cabeza en otra cosa, en un encuesta realizada por Olé, los propias hinchas le bajaron el pulgar...
Aún no se despidió de sus compañeros. Tampoco rescindió el contrato. Sin embargo, ayer, en el Centro de Entrenamiento de Ezeiza, caminando en soledad y cabizbajo hacia su camioneta y tomando otro camino que el resto de sus compañeros arriba del micro, quienes
se dirigían hacia el aeropuerto, dejó en claro que la oficialización de su salida es cuestión de detalles. En su entorno dicen que no fue para evitar un mal clima, ya que la relación con Angelici y varios de sus compañeros está tirante. Y otros, en el club, porque quiere que lo dejen irse ahora mismo a Estados Unidos para sumarse a la pretemporada del Olympique.
Con el correr de las semanas, los síntomas se fueron acumulando. Desde los primeros rumores de una intención de dar el salto a Europa hasta su decisión de no acompañar a la delegación en el partido de ida ante Paranaense, pasando por algunos inconvenientes físicos durante la gira por Estados Unidos y México, las declaraciones del técnico del Olympique, las de Daniel Angelici y su silencio en cuanto al tema.
Y todos estos indicios hicieron efecto en los hinchas, quienes, pensando en lo mejor para Boca, en la encuesta de Olé (votaron más de 41.000), en su gran mayoría (86%) coincidieron en que la dirigencia no debería retenerlo si se quiere ir, a pesar de que tiene contrato. Y claro, da la sensación de que no sería lo más conveniente que se quede en contra de su voluntad. Y menos que salte a la cancha ante Paranaense en estas condiciones (físicas y mentales).
En definitiva, Pipa ya no jugará más en Boca. En los próximos días pasará por el club a rescindir y, en cuanto pueda, armará las valijas para volar a Francia y continuar su carrera como jugador del Olympique de Marsella.
Rompió el arco.