Olé

¿Son malos ganadores?

Bale llegó a los 100 goles con un festejo más que polémico.

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El derbi de España tuvo el orgullo de tener en los bancos de suplentes a dos técnicos argentinos. Santiago Solari y el Cholo Simeone se abrazaron una vez terminado el partido. El del Atlético, a pesar de haber sido notoriamen­te perjudicad­o, no puso al VAR como una excusa por la derrota. “No suelo opinar del VAR. Entiendo que es algo que segurament­e crecerá y mejorará y nos hará más eficaces a todos. No tengo las posibilida­des de ver las acciones repetidas como sí tiene la gente que trabaja en el VAR. Espero y deseo que hayan acertado. No creo absolutame­nte que hayamos perdido por las acciones del VAR”, fue lo que dijo Diego en la sala de prensa, cuando todavía no había podido ver con atención todas las jugadas que le dieron una ayudita al Real.

Santiago, por su parte, sacó chapa del juego grupal que tuvo su Madrid. “Ha sido una victoria de equipo. No hay otra manera de sacar algo de este estadio, ante un rival fuerte y competitiv­o. Hacer un partido de equipo era la única manera de ganar en el Wanda. Estuvimos fuertes en todas las facetas del juego, es el mejor partido que hemos hecho desde diciembre”, analizó el Indiecito. El Merengue, con un partido más, quedó a sólo cinco puntos del Barcelona, el líder de la Liga: “El Madrid lo pelea todo hasta el final, esto no está terminado. Es histórico. Ahora somos segundos, pero El Aleti seguirá peleando con un DT maravillos­o”.

El clima generó calor de adentro hacia afuera. Fueron los jugadores quienes contagiaro­n con algunas actitudes poco deportivas. Más allá de las jugadas polémicas, en Atlético terminaron muy enojados con algunos jugadores del Real Madrid. El más apuntado fue Gareth Bale. El galés, quien llegó a los 100 goles en el Wanda, lo festejó de un modo peculiar. Apenas remató cruzado y puso el 3-1, se puso de cara a los hinchas locales e hizo un corte de mangas. Antes, cuando Sergio Ramos había convertido el penal del 2-1, también festejó mirando a los del Aleti y se besó el escudo. ¿Era necesario?

El arquero Courtois, un ex Atlético, fue silbado cada vez que tocó la pelota y también festejó con todo el triunfo de su nuevo equipo. “La gente me respeta y los aficionado­s del Atlético por la calle me desean lo mejor. Lo que pasa es que esto es un derbi y son partidos diferentes. Estuve tres años en el Aleti y eso no se puede borrar. Tengo el máximo de los respetos por este club”, dijo el arquero belga.

Así terminó la noche madrileña. Con un triunfo, polémicas y cruces fuertes. Quedará grabado...

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CORTE DE MANGAS.

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