Restaurantes:
Bis. La carta es simple pero refinada. Ostras frescas, terrina de conejo y pistachos, corazones de pollo con emulsión de palta, buenas pastas y variedad de carnes.
Bis. Vicente López 1661, local 12, Pasaje del Correo, Recoleta. 4813-5900. Martes a sábado de 9 a 23.30. Sábado y domingo, brunch de 11 a 16. Reservas. Tarjetas. Menú del día: $ 280 / $ 360. Brunch: $ 480. Precio promedio a la carta: $ 600.
Muchos esperábamos esta mudanza. La cocina del chef Gonzalo Aramburu es de las más atractivas de Buenos Aires, tanto que cada tanto uno emprendía sin chistar la excursión a Constitución, a comer en sus restaurantes, Aramburu y Bis. Había algo atractivo en ese anacronismo alta cocina - barrio bajo, pero la nueva locación no es un lugar cualquiera: es en el Pasaje del Correo, esa íntima callecita sin salida de impecable arquitec- tura francesa, uno de los rincones más lindos de la ciudad. Aramburu empezó instalando Bis, su versión más distendida, mientras ter - mina, enfrente, la refacción del local donde se instalará la propuesta de cocina contemporánea, que lleva su apellido.
La carta de Bis es simple pero refinada en sus ingredientes y ejecución. Para empezar hay ostras frescas, por ejemplo, una figurita difícil en los restaurantes porteños que marca el tono del lugar. También opciones de raciones y entradas que van desde unas familiares rabas y cornalitos, o buñuelos de kale hasta terrina de conejo y pistachos, y corazo- nes de pollo con emulsión de palta. Es una selección interesante que invita a pedir varias entradas en vez de un principal.
Entre los platos fuertes hay buenas pastas caseras –deliciosos tagliatelle de 20 yemas con langostinos y alcaparras– y una variedad de carnes para todos los gustos, cocidas al Kamado, una suerte de tambor/parrilla japonés, que aporta un sutil ahumado en su cocción. Como resultado, una simple pesca del día, muy fresca eso sí, resulta en un plato delicado, lleno de matices, resaltados por tomates reliquia orgánicos y un jugo de bagna cauda (más bien una leche de tigre compuesta de jugo de pescado, limón y ajo).
Entre los postres: tarta tatin de higos y mascarpone, panacota de vainilla con cerezas y arándanos, y cremoso de chocolate con crumble de algarroba y duraznos, entre otras delicias que se suman a la buena pastelería que se sirve desde el desayuno.
Los fines de semana hay brunch. A cualquier día y hora es buena para sentirse en París por un rato.