“El básquet es mi vida”
Patricio Prato, mitad cordobés, mitad italiano, anunció su retiro como jugador profesional. “Estoy muy tranquilo con la decisión”, dijo el hijo de “el Runcho”. Cuenta sus planes.
“Mi última temporada duró apenas 8 minutos. Me rompí el cruzado de la rodilla en el primer partido y mientras estaba haciendo la recuperación decidí dejar. Estaba en Córdoba, con mis viejos, y tomé la decisión”, explicó Patricio Prato, mitad cordobés, mitad italiano, aunque nacido en Buenos Aires.
A poco de cumplir 40 años (será el próximo 24 de noviembre), Prato anunció su retiro del básquet profesional. Formado en Atenas, debutó de manera profesional a los 16 años con la camiseta verde, fue dos veces campeón de la Liga Nacional (1997/98 y 1998/99), pasó por el básquet universitario de Estados Unidos, y cumplió la mayor parte de su carrera en Italia, donde está radicado con su familia.
“No voy a extrañar, di todo. Me rompí el lomo para llegar lejos, di todo lo que podía como jugador”, confesó días después de anunciar su retiro en un emotivo video. Pero tiene en claro que seguirá ligado a la “naranja”. De hecho, atendió el llamado de Mundo D en medio de un campus para chicos en cercanías de Bologna.
“Tenía que sacarme el traje de jugador para empezar a pensar en lo que viene, tengo varios proyectos en la cabeza. Ahora es momento de pensar bien en el futuro, en que rol seguiré, pero siempre ligado al básquet”, contó Patro, hijo de “el Runcho” Fernando Esteban, una leyenda del básquet cordobés y argentino.
“Está la posibilidad de ser representante, dirigente deportivo o enseñar a los pibes. Hice el curso de entrenador, también realicé un curso de dirigente deportivo dictado por la Liga italiana. Siempre consideré importante la formación”, destacó.
“El básquet es mi vida, vi toda la vida básquet desde que tengo memoria viendo a mi viejo, ahora seguiré pero desde otro lado”, agregó.
De afuera
Antes de cumplir 20 años, Patricio dejó su hogar familiar para ir a la Universidad St. Bonaventure, de Estados Unidos. “Fue un camino que abrió ‘Pepe’ Sánchez, después seguimos ‘el Negro’ (Alejandro) Olivares y yo”, recuerda. Finalizado el paso por el básquet universitario estadounidense, Prato llegó a Italia. Su primer destino fue el Fortituto Bologna, y el último Imola, donde se despidió como capitán. También jugó en Avellino, Rieti, Cantú y Virtus Bologna. Y en el medio, dos temporadas más en la Liga Nacional: Lanús en 2012/13 (subcampeón) y Boca 2013/14.
En 2008 se casó con Annalisa. “Mi esposa es tana”, cuenta y le sale bien cordobés. Sus hijos son Matías, de 10 años, y Emma de 8.
“Viví más tiempo afuera que en Argentina, y para mi familia, lo mejor era quedarnos a vivir en Italia. Necesitamos hacer base acá por los chicos que están en la primaria”, señaló. “Acá vivo bien, pero me gusta cada tanto volver a Córdoba, estar en contacto con la raíces”, agrega. Todos los años se hace una “escapada” a Córdoba. En la última, el mes pasado, tomó la decisión del retiro.
“‘Runcho’ (el padre) me dio una mano grande en la decisión, junto con mi vieja, me apoyaron mucho más allá de que se trata de una decisión personal”, contó.
“La vida del deportista es muy linda, pero también sacrificada, y lo que decidí lo tengo claro, no voy a extrañar jugar. Lo tomé con calma, era este año o el próximo... Era dejar a los 39 o a los 40 años. Estoy muy tranquilo con la decisión. Ya está, demasiado esfuerzo, tenía compañeros en el equipo que podrían ser mis hijos”, reafirma sobre el retiro.
“Siempre jugué para divertirme y para ser un factor importante en mi equipo, y me retiro siendo capitán de mi equipo. No quería bajar de categoría, como me dijeron algunos. Estuve en Euroliga, jugué en A1 y lo último en A2. Di todo”, completó.