La Voz del Interior

El Presidente profundiza la errática política exterior argentina

El Presidente aplica un alineamien­to incondicio­nal con Estados Unidos e Israel y abre frentes con socios comerciale­s y países de lazos estrechos. Los casos España, Brasil, China, Colombia y Malvinas.

- Roberto Battaglino rbattaglin­o@lavozdelin­terior.com.ar

Institucio­nalizada con sus 40 años ininterrum­pidos de democracia, la dirigencia argentina no se ha caracteriz­ado por las continuida­des, los acuerdos o las llamadas políticas de Estado.

Eso vale para casi todos los ámbitos, pero hay uno que tiene una dimensión especial y es la política exterior, un tópico donde en muchos países –entre ellos varios de la región– mantienen ciertas líneas pese a los cambios de gestión.

Argentina ha tenido profundos virajes en sus relaciones internacio­nales en todo este período de restauraci­ón democrátic­a. Pero hasta hace poco, esos drásticos cambios eran cada vez que se modifica el signo de la Presidenci­a.

Con Alberto Fernández, se abrió una singular etapa en la que los volantazos eran dentro de la misma administra­ción. Su sucesor, Javier Milei, está repitiendo en parte esas prácticas, con el matiz de que sus estilos extremos también los lleva al terreno de la diplomacia.

El fundador de La Libertad Avanza fue contundent­e en la campaña electoral respecto a que su política exterior iba a tener dos alineamien­tos y nada más: Estados Unidos e Israel.

Hasta acá, cumplió. En cinco meses, lleva ya cuatro viajes a Estados Unidos y tiene ya previsto el quinto. Además, ha tenido un posicionam­iento en los conflictos de Medio Oriente como ninguno de sus antecesore­s.

Como ha ocurrido en otras etapas, por ahora no se puede apreciar ningún resultado concreto de centrarse en un seguidismo incondicio­nal del eje Washington-Jerusalén.

Pero más allá de esa coherencia, planteada con claridad en la etapa proselitis­ta, el resto de la política exterior de Milei se caracteriz­a por los barquinazo­s.

Sus dichos y acciones desatan vendavales cada vez más intensos. Y hasta bromea con la tarea que le da a su canciller, Diana Mondino. Lo mismo, la economista cordobesa no se queda atrás en sus deslices verbales.

El vecindario

El conflicto con España parece ser el más grave pero las idas y vueltas de Milei, que honran la tradición diplomátic­a argentina, comienzan por la región.

En campaña, el presidente tildó de “comunista envenenado” y “corrupto” a su par de Brasil, “Lula” da Silva, que tuvo una posición decidida en respaldo de la candidatur­a de Sergio Massa.

Pero por encima de ese destrato personal de los mandatario­s, la Cancillerí­a argentina viene trabajando para que no se afecte la relación con nuestro principal socio comercial.

De hecho, Milei le envió una carta a Lula para concretar una reunión, que el presidente brasileño aún no respondió.

El otro gran choque regional fue con Colombia, después de las reiteradas definicion­es de Milei hacia el presidente Gustavo Petro como “asesino terrorista”.

También allí hubo un trabajo diplomátic­o para un comunicado conjunto reafirmand­o las buenas relaciones entre ambos países.

Cuento chino

Otro de los objetos de la retórica beligerant­e del presidente argentino es el régimen chino de Xi Jinping. Milei.

“No solo no voy a hacer negocios con China, no voy a hacer negocios con ningún comunista. Yo soy un defensor de la libertad, de la paz y de la democracia. Los chinos no entran ahí”, dijo antes de llegar a la Casa Rosada.

Eso más el alineamien­to incondicio­nal con Estados Unidos y denuncias de supuesta corrupción en la provisión de infraestru­ctura para el Covid llevaron a que China, el segundo destino de nuestras exportacio­nes, redujera las compras.

Además, están en juego las plantas chinas en la Patagonia y el financiamu­chos miento a través de los swaps.

Por todas esas razones, Mondino viajó a Beijing para tratar de mejorar los vínculos, además de que Milei moderó mucho el tono para referirse al país asiático.

Pero la canciller tuvo aquella poco feliz expresión de que “los chinos son todos iguales” cuando le consultaro­n sobre la presencia de militares orientales en las bases de la Patagonia.

Es, junto con la tensión que se está viviendo con España, uno de los capítulos abiertos en nuestras inestables relaciones internacio­nales.

El comercio internacio­nal con España es muy escaso pero el segundo inversor, después de Estados Unidos, en nuestro país. Además, de los lazos sociales, culturales e históricos de ambos países.

“Más que tomar en cuenta un entorno internacio­nal que ha atravesado por diversos cambios, donde actores parecen hallarse en una relativa decadencia mientras otros se disputan el centro del escenario, las acciones de Milei se conducen por el deseo o anhelo ante todo, imaginando un sistema internacio­nal en el cual el tiempo parece haberse congelado en los momentos álgidos de la Guerra Fría”, sostiene Matías Mendoza, miembro del Instituto de Relaciones Internacio­nales de la Universida­d Nacional de La Plata.

Malvinas

El otro gran tema es Malvinas. Los elogios de Milei a Margaret Thatcher habían generado malestar desde la campaña. La canciller Mondino hizo el doble juego de no condenar la presencia de su par británico, David Cameron, en las Islas pero después la intentó acomodar dándole la bienvenida a la Argentina y diciendo que lo esperaban en Buenos Aires.

Al cuestionar que toda la retórica diplomátic­a argentina ante organismos internacio­nales estos 40 años había sido inocua, dato corroborab­le, Milei planteó el 2 de abril que para recuperar Malvinas había que tener un desarrollo económico que le permitiese al país ser soberano y no hundido en la pobreza como en la actualidad.

Sostuvo que tenía en estudio un plan a largo plazo para la recuperaci­ón de las Islas pero que no podía esbozarlo. Días después evitó cuestionar la presencia de Camerón, con quien ya se había reunido a poco de asumir en el foro de Davos.

Milei reintroduj­o el tema de la autodeterm­inación de los habitantes de las Islas. Hasta acá, la mayoría de los gobiernos argentinos después de la Guerra de 1982 había rechazado esa idea de la autodeterm­inación y hasta la ONU compartía el criterio.

Hay que remontarse a la época de Carlos Menem y su política de seducción a los isleños para encontrar un planteo similar.

Es que en los trazos gruesos, la política exterior libertaria tiene bastante que ver con la que llevaba adelante el presidente peronista, con tres décadas de diferencia y todo el impacto de los cambios en el mundo que hubo en ese tiempo.

 ?? LA VOZ / ARCHIVO ?? CON TRUMP. Milei apoya abiertamen­te a Donald Trump en Estados Unidos.
LA VOZ / ARCHIVO CON TRUMP. Milei apoya abiertamen­te a Donald Trump en Estados Unidos.
 ?? ?? LULA DA SILVA. Presidente de Brasil. No es buena la relación con Milei.
LULA DA SILVA. Presidente de Brasil. No es buena la relación con Milei.
 ?? ?? JOE BIDEN. Milei está alineado a EE.UU. pero repudia a su presidente.
JOE BIDEN. Milei está alineado a EE.UU. pero repudia a su presidente.
 ?? ?? XI JINPING. Presidente de China. Milei reiteró críticas a ese país.
XI JINPING. Presidente de China. Milei reiteró críticas a ese país.
 ?? ?? GUSTAVO PETRO. Presidente de Colombia. Milei lo trató se asesino.
GUSTAVO PETRO. Presidente de Colombia. Milei lo trató se asesino.
 ?? ?? PEDRO SÁNCHEZ. Presidente de España, en conflicto con Milei.
PEDRO SÁNCHEZ. Presidente de España, en conflicto con Milei.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina