La casa propia, el arco corrido y la cancha inclinada
Los potreros de barrio son una cantera inagotable de expresiones populares cuyo uso, tarde o temprano, termina trasladándose a otros ámbitos. “Nos corrieron el arco” es una de ellas, y en su acepción original hace referencia a la avivada de algún jugador del equipo contrario que, sin que los rivales lo adviertan, desplaza más allá de los límites prefijados las piedras o trapos que cumplen la improvisada función de meta. Con ello, la cancha se hace “más larga”, y las posibilidades de hacer un gol se reducen de manera inversamente proporcional al esfuerzo que es necesario hacer para que la pelota termine en la imaginaria red.
Algo así les viene sucediendo desde hace tiempo a quienes tienen como plan la edificación de su vivienda propia.
El altísimo costo del metro cuadrado de construcción y la vertiginosa velocidad con la que aumentan los materiales y la mano de obra hacen que quienes se embarcan en semejante tarea vean el objetivo final cada vez más lejos de sus posibilidades económicas.
“Alguien” les corre el arco casi todos los días. Y convertir uno de los goles más importantes de sus vidas parece cada vez más imposible. Así, las chances de perder el partido son realmente ciertas, al punto que no son pocos quienes terminan abandonando la obra antes del pitazo final.
Actualmente, el costo del metro cuadrado de construcción está en torno de los 60 mil pesos, aunque ese número puede variar hacia arriba o hacia abajo en función de muchas variables, como la calidad de los materiales, el precio de la mano de obra y el tipo de terreno sobre el que se asiente la casa.
Según estimaciones técnicas del Colegio de Arquitectos de la Provincia de Córdoba, en agosto de 2021, edificar un metro cuadrado demanda la friolera de 68.589 pesos. El cálculo tiene en cuenta materiales de primera calidad, las tasas burocráticas que demanda la obra y los honorarios de un arquitecto o arquitecta para administrar la tarea.
Si ese número parece muy elevado, hay otro. La Dirección de Estadística y Censos de la Provincia de Córdoba estimó en julio pasado el costo del metro cuadrado en 53.712 pesos, que, para este agosto que ya termina, seguramente ya se ubica por arriba de los $ 55 mil. Este cómputo es el que utiliza el Gobierno de la Provincia para definir los presupuestos oficiales de planes sociales de vivienda, en los que se utilizan materiales de calidad intermedia y modalidades de construcción de mayor escala.
Barrera de entrada
Sea cual fuere el dato que se tome como referencia, puesto en el contexto de posibilidades reales de una familia tipo, semejante costo de construcción es una barrera casi imposible de superar para la mayoría. Pongamos, por caso, una vivienda de 100 metros cuadros de superficie cubierta: sin contar el costo del terreno, edificarla demanda hoy alrededor de seis millones de pesos. Un presupuesto muy difícil de cubrir con los ingresos de un hogar de clase media, que hoy rondan entre 90 mil y 130 mil pesos. Suponiendo que una familia lograra ahorrar el 30 por ciento de lo que gana para destinarlo a la construcción de su casa, tardaría 172 meses en pagar la obra. Casi 15 años…
En ascenso
Pero, ya lo dijimos, no sólo el alto costo de construir es un obstáculo infranqueable para la mayoría. También lo es el vértigo que vienen teniendo los precios vinculados con este rubro. De hecho, en el último año, el costo del metro cuadrado se encareció un 55,3 por ciento, según el organismo de estadística provincial. Más de 12 puntos porcentuales por encima de lo que se ajustaron los sueldos en igual período: 43 por ciento, según el índice de salarios que mide el Indec (junio de 2021, último dato disponible). Y nada indica que en los próximos meses esta desigual carrera entre precios y salarios muestre un cambio de liderazgo a favor de los segundos.
De allí la afirmación de que para estas familias el arco está cada vez más lejos, en una cancha que ya desde un principio –y para usar otra metáfora futbolera– estaba bastante inclinada.
El costo del metro cuadrado de construcción ronda los $ 60 mil, demasiado alto para una familia de clase media.