Y ya lo ve... es el puntero cordobés
Con el triunfo como visitante ante Argentinos, Talleres comparte la cima de la Liga Profesional.
Talleres comparte la punta del campeonato de la Liga Profesional y es todo un acontecimiento para el llamado “Mundo Albiazul”. Hacía 17 años, desde el torneo Clausura de 2004, que eso no sucedía en Primera División. Y nadie puede negarle el derecho a la ilusión a la gran hinchada de la “T”. Pero sería un abuso empezar a exigirle al equipo del “Cacique” Alexander Medina como si se tratara de un gran candidato al título.
Es cierto: por algo ocupa un lugar en el que bien quisieran estar, por ejemplo, Boca, River, San Lorenzo y muchos otros. Pero falta bastante trecho por recorrer. Y habrá que hacerlo partido por partido. Soñando, pero sin demandar más de la cuenta.
El lunes a las 21.15, otro de los líderes, el Estudiantes de La Plata de Ricardo Zielinski, llegará hasta el estadio Mario Kempes. Será un nuevo examen, uno de los muchos que le aguardan al cuadro del barrio Jardín antes de saber si está o no para entrar en la historia.
En un torneo tan irregular, en el que a la mayoría de los equipos le cuesta pegar dos triunfos seguidos, Talleres ya lleva cuatro victorias al hilo. Ayer, en La Paternal, anotó a Argentinos en la lista donde ya estaban Banfield, San Lorenzo y Unión. Y el 2-1 se sostuvo en dos pilares fuertes: una entrega sin renunciamientos para meter presión en toda la cancha y el oportunismo para explotar a fondo las pocas situaciones que tuvo.
Como el domingo pasado en Santa Fe, la “T” hizo mucho con poco. Pasado a veces de rosca por el afán de correr sin parar, con escasa posesión de la pelota (34 por ciento contra 66 de Argentinos), cuando pudo pararse a darles mejor resolución a sus jugadas, definió el partido. Fue clave la predisposición de los delanteros del equipo cordobés para apretar la salida rival desde el fondo. A tal extremo que, de esa manera, llegaron los dos goles. El de Enzo Díaz, a la media hora exacta del primer tiempo, surgió tras un mal rechazo de Franco Moyano, apurado por la cercanía de Michael Santos. La pelota cayó en los pies del “Rayo” Fértoli, cuyo centro de zurda terminó en la cabeza del lateral izquierdo de la “T”. Y el de Santos, a los 9 minutos del segundo tiempo, sobrevino tras otra pelota que perdió Moyano, apretado por Mateo Retegui. El centrodelantero robó y habilitó al “Pelo”, quien definió con certeza entre el primer palo y el arquero Chaves.
Después de este segundo gol, el entrenador local, Gabriel Milito, quemó las naves: sacó a un defensor (el ex-Talleres Carlos Quintana), puso a un delantero (Lautaro Ovando) y mandó a atacar con cuatro. Ovando y Reniero de punta y Hauche y Javier Cabrera por los costados. Pero Talleres no pasó grandes sobresaltos. La solidez defensiva y la intensidad colectiva no se resintieron ni siquiera con los cambios que fue metiendo Medina. Mucho menos luego del golazo de Jonathan Gómez a los 37 minutos de la segunda etapa.
Talleres supo aguantar. Y se llevó la victoria. Tan valiosa que, después de 17 años, lo depositó en la punta del campeonato. Falta mucho todavía para la definición. Pero soñar no cuesta nada. Es lo más barato que hay en estos tiempos en los que escasea la esperanza.