La Voz del Interior

Visita a Olivos entre indefinici­ones

- Mariano Bergero

La política y la economía nacional viven horas de frenesí. La inercia, por momentos desbocada, amontona y comprime los acontecimi­entos. La realidad líquida dice presente. En 10 días, pasó todo esto: un contundent­e paro que frenó al país por 24 horas; el anuncio neoyorquin­o de Mauricio Macri de que irá por la reelección en 2019; la renuncia de Luis Caputo al Banco Central; el acuerdo ampliado de U$S 57 mil millones con el FMI; el lanzamient­o nacional de un frente peronista no K –con Juan Schiaretti incluido–; el dólar por arriba de los

42 pesos; la instauraci­ón de la política de “plaza seca” de Guido Sandleris, y el dólar por debajo de

39.

¿Se puede hablar de candidatur­as ante semejante barullo? Se puede. Es lo que hacen debajo de la superficie los principale­s dirigentes cordobeses, del partido que fuere. En paralelo con los males fiscales que ya empiezan a generar recálculos en la jurisdicci­ón provincial –en la capitalina, llegarán más temprano que tarde–, los partidos y alianzas trazan escenarios sobre lo que vendrá.

Todo está más o menos claro, pero bastante enmarañado al mismo tiempo.

En el peronismo cordobés, las principale­s incógnitas están puestas en la Capital. El interior, ese vasto universo de intendenci­as y comunas, asoma bajo control. El último cálculo sobre las adhesiones al pacto fiscal cordobés arrojó un primer indicio tranquiliz­ador para Unión por Córdoba. Ya se contó aquí, la semana pasada, el trabajo que se despliega desde el Panal para propagar pactos de no agresión entre los caciques opositores.

Schiaretti aportó una porción de la escena de cuatro que montó y exhibió el peronismo no K, como alternativ­a al macrismo. Ocupar espacios no significa inmolarse por él.

La cabeza del gobernador no está en Buenos Aires. Sólo una hecatombe política e institucio­nal lo podría poner en situación de dar el salto, obligado por conducir la provincia peronista más grande. Eso sostienen quienes conocen lo que piensa. Un grupo bien reducido, en cambio, se entusiasma con las luces del poder nacional. No es el caso del gobernador.

En la vereda de enfrente, Cambiemos exhibe lo que podría llamarse la crisis de las sociedades. Entre tanto dirigente, cuesta encontrar un tándem que proyecte un mínimo de cohesión entre las partes, que continúan operando como si no fueran alianza desde hace casi cuatro años.

Ramón Mestre por un lado, Mario Negri por el otro, Héctor Baldassi por allá, el PRO partidario más acá, y Luis Juez en aquella punta.

Para colmo, la cumbre cambie- mita de Parque Norte no trajo nada nuevo bajo el poncho. “Arenga, humo y eslogan”, sintetizó un asistente que conoce el ADN del macrismo. Las definicion­es llegarán recién entrado el verano. El sueño de la interna abierta para definir candidatur­as locales sigue siendo sólo una posibilida­d para quienes se saben no bendecidos por la Rosada.

Un mes después del anuncio del “Cambiemos a la cordobesa” que propuso Mestre al asumir el Comité Central radical, Cambiemos sigue siendo el mismo. Por ahora, no hay agregados. ¿Los habrá en el futuro? No parece sencillo si se le pasa el escáner al espectro de partidos provincial­es.

En unas semanas, el vecinalist­a Esteban Avilés será anfitrión, en Villa Carlos Paz, de un encuentro del denominado progresism­o. Lo acompañará­n el gobernador socialista de Santa Fe, Miguel Lifschitz, sus socios locales y el GEN de Margarita Stolbizer. Ese conglomera­do parece más cerca del PJ no K que de Mestre.

Agreguemos un último condimento: una presencia cordobesa en Olivos amenaza con agitar todavía más el avispero interno en Cambiemos. Germán Kammerath fue visto la semana pasada de visita en la residencia presidenci­al.

Al exintenden­te capitalino, cuya suerte judicial depende del trato que tenga en la Corte Suprema el recurso extraordin­ario que le habilitó la Justicia provincial tras ser condenado en la causa Radioaviso, se lo señala como el hombre en las sombras detrás del macrismo cordobés. En su entorno niegan esa condición.

También rechazan que semanas atrás haya encabezado, en su casa, una reunión catártica de la dirigencia orgánica del PRO.

EN CAMBIEMOS, LAS PARTES CONTINÚAN OPERANDO COMO SI NO FUERAN UNA ALIANZA DESDE HACE CASI CUATRO AÑOS.

 ??  ??
 ?? (TWITTER) ?? Peña. El jefe de ministros ratificó su liderazgo en Parque Norte.
(TWITTER) Peña. El jefe de ministros ratificó su liderazgo en Parque Norte.
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina