Roggio no convenció a Bonadio y hoy deberá seguir su declaración
El empresario cordobés Aldo Roggio prestó ayer declaración indagatoria en la causa por el presunto pago de sobornos durante los gobiernos kirchneristas en la obra pública, conocida por los cuadernos de Oscar Centeno.
La declaración del titular del poderoso Grupo Roggio, sin embargo, no fue suficiente para que el juez federal Claudio Bonadio homologara el acuerdo para que pueda pasar a ser “imputado colaborador” (arrepentido), condición que el empresario había solicitado al fiscal de la causa, Carlos Stornelli, el viernes pasado, cuando se presentó espontáneamente tras conocer la citación a indagatorio para ayer.
Pese al hermetismo que rodeó su declaración, una fuente judicial del cuarto piso de los tribunales federales de Comodoro Py le dijo a este diario que la condición de Roggio “sigue siendo la misma y mañana (por hoy) ampliará su declaración”.
Esto quiere decir que la declaración que dio ayer Roggio ante la secretaría 21 del juzgado federal 11 de Bonadio –acompañado por su abogado Jorge Valerga Aráoz– y que se extendió alrededor de tres horas no aportó la información que a criterio de los investigadores le permitiera obtener el beneficio de “imputado colaborador”.
De allí que hoy debería “elevar la puntería”, al decir judicial, como para que se haga acreedor de esa condición que ya han logrado otros seis empresarios y así permanecer en libertad.
La declaración de ayer había adquirido ese viso posible de desenlace cuando la audiencia prevista en principio para las 14 se postergó tras una gestión que hizo el abogado de Roggio ante la secretaría del juzgado de Bonadio que lleva las actuaciones.
En la causa, el empresario cordobés está imputado, según el dictamen del fiscal Stornelli, como partícipe necesario de una presunta asociación ilícita que habrían liderado Néstor y Cristina Kirchner por la que directivos de empresas entregaban coimas millonarias.