Dios y Tinelli atienden en Buenos Aires
La distancia que hay entre Córdoba y Buenos Aires puede medirse en kilómetros o en aspiraciones. No es novedad, muchas personas de diferentes ámbitos apuestan a que el futuro está en esa provincia y no en la que los vio nacer. Pero hay otros que proponen una alternativa menos taxativa, y deciden que un paseo por los canales de la gran ciudad puede aportar algún beneficio a sus carreras. Pruebas de este fenómeno existen, y desde que Marcelo Tinelli se convirtió en el faro que todo lo ilumina, su programa se volvió la meca del mundo del espectáculo.
En esa línea estarían muchos cordobeses que, tentados por la suerte –o por un productor que ve potencialmente redituable la invitación–, se lanzan a la ruta para sembrar esperanzas en el estudio de televisión.
Entre los más sonados en el último tiempo, sin dudas está el caso del exboxeador “la Mole” Moli, quien tuvo oportunidad de ver caer la moneda con ambos lados: de ser el niño mimado en Buenos Aires, de ganar competencias y regresar triunfante a su tierra, pasó a ser un paria. La razón, aparentemente, es su vínculo con las carreras de galgos. En sus propias palabras, lo “sepultaron 70 mil metros bajo tierra”, y luego no le atendieron más el teléfono.
Un desencanto similar vivieron otras dos figuras de la tierra del fernet: el Negro Álvarez acabó renunciando como participante porque las condiciones no le cerraron una vez que comenzó el baile. Y en un lugar intermedio entre los dos casos podemos ubicar a la cantante Coki Ramírez, quien dejó en claro cómo es su visión sobre el mundo del espectáculo porteño: “Eso pasa en Buenos Aires, hay una cosa de ‘estos vienen del campo y no saben sumar’”.
“Tuve experiencias feas, me pasa de ver megaproducciones que te mandan los contratos mal escritos, y pasa que escuchás comentarios que denotan eso. Yo ya cumplí un ciclo en el Bailando, ya está, lo disfruté y agradezco lo que me pasó, esto es cuestión de saber qué quiere uno en la vida, pero siento que no tengo más nada que hacer ahí”, señaló.
Ya fuera de este círculo con experiencia concreta en el estudio de Tinelli, podemos encontrar al dúo de humor cordobés Camilo y Nardo. El caso de los cómicos se volvió una campaña viral apenas dijeron que querían participar y ese pedido replicó en las redes sociales de uno de los productores del programa, que les festejó la humorada.
El dúo confirmó que no estará finalmente, que todo fue parte de una gran broma. La semana pasada, Camilo y Nardo grabaron un video en el que agradecían “a los medios de comunicación, a la gente, a Ideas del Sur que nos retuiteó todo”. Sobre la experiencia de estar tan lejos y tan cerca, los humoristas declararon: “Fue extremadamente divertido todo lo que hemos hecho, y lo hicimos con esa intención, así que el objetivo está logradísimo”. Y terminaron agregando, como para no cerrar la puerta: “Claro que si entrábamos, estaba buenazo”.
La teoría de “la Mole” Moli es que cuanto más interés se de- muestre en participar, menos chances habrá de que te convoquen.
Acostumbrados a que Dios y Tinelli atiendan sólo en una de las veredas del Río de la Plata, los artistas del interior comienzan a entender de a poco que no son el talento ni la actitud los pasaportes hacia el más allá. Ni siquiera es suerte.
A veces, hasta da para pensar si nosotros mismos no tendremos un prejuicio con el mal llamado “interior” del que en teoría somos parte. Y es que es muy frecuente que nos pongamos en ese lugar; son muchos los que aspiran a que los rescaten desde la gran capital. ¿Necesitamos esa legitimación? ¿Faltará mucho para que se formen otros bastiones igual de importantes en otras geografías? ¿Faltará mucho para que, al menos en el ambiente artístico, por fin nos destetemos?
José Playo jplayo@lavozdelinterior.com.ar Coky RamíRez, “la mole” moli y Camilo y NaRdo soN alguNos de los CoRdobeses que CoqueteaRoN CoN el pRogRama. ¿NeCesitamos esa legitimaCióN?