El chancho jabalí, como pez en el agua en el sur del sudoeste bonaerense
Es una plaga que apenas se puede controlar. Hace más de tres meses que los cazadores no acceden a los campos. Los corderos y los cultivos, más expuestos.
“El problema no es el número de chanchos jabalíes, que seguramente se incrementará un poco, lo que debe preocupar es el avance del animal. Está perdiendo el miedo porque no hay casi nadie que lo corra”.
Para el médico veterinario Guillermo Lemus, del departamento de Biología, Bioquímica y Farmacia de la Universidad Nacional de Sur, a una de las plagas del sur de la provincia de Buenos
Aires no le podía haber caído mejor la cuarentena.
“En este marco es natural que empiecen a hacer desastres en lugares donde, habitualmente, no aparecían. No transitan en montes cerrados o en lugares perdidos de la costa donde la gente, ni los vacunos, se aventuran”, agregó.
“Si uno tiene una rutina de movimientos para cazarlos, ellos también tienen sus tiempos y espacios bien lejos de las zonas de explotación agropecuaria. Pero ahora tienen amplios sectores para moverse por la falta de actividad extra a la habitual que se realiza en los campos”, amplió.
Lemus, en diálogo con "La Nueva ", fue más claro aún: “Se puede decir que han perdido el miedo a andar”.
También dijo que lo que sucede hoy con los chanchos jabalíes es lo mismo que pasa con los canguros en Australia y con los delfines en Venecia.
“La diferencia es que el chancho te destruye el alambrado y te come todo lo esté sembrado, sea maizal o sorgo. Y también ataca a los ovinos, claro”, aseguró.
Haciendo un poco de historia, Lemus sostuvo que, mucho años antes de la pandemia, la caza del chancho jabalí era muy significativa.
“Pero con el paso del tiempo eso ha decaído y, por ende, crece el número de animales. Entiendo que se ha dado dentro de un cambio cultural. ¿Qué hay que hacer? Definir políticas de Estado para consensuar medidas que solucionen la problemática”, admitió.
De acuerdo con un relevamiento realizado en 2019, en diez estableci