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POCO A POCO, ELLAS VENCEN PREJUICIOS Y GANAN TERRENO EN EL MUNDO DE LA TECNOLOGÍA. DESAFÍOS, INICIATIVAS Y DEUDAS PENDIENTES DE UN PARADIGMA A NIVEL NACIONAL Y MUNDIAL.
¿Por qué será que cada vez que pensamos en tecnología viene a nuestra mente un muchacho veinteañero, generalmente con lentes
cool, una barba mínima y hasta un flequillito estilo flogger? En la actualidad, existe un universo que está poniendo manos a la obra para derribar estereotipos y preconceptos: el universo femenino. Una de las conclusiones más auspiciosas que se escucharon en la presentación del W20 en nuestro país (el foro de género del G20) fue la que afirma que en los próximos diez años podría reducirse en un 25% la brecha salarial entre las mujeres y los hombres en el rubro tecnológico. El porcentaje va de la mano con un estudio de Connected Life, en el que se entrevistó a setenta mil internautas de entre dieciséis y sesenta y cinco años. La investigación arroja que las argentinas avanzan en el uso de medios digitales, con Facebook a la cabeza: una de cada diez mujeres de cualquier edad forma parte de la comunidad creada por Mark Zuckerberg. Esta ola disruptiva se da a nivel internacional pero se observa, sobre todo, fronteras adentro, cuando todavía el género no pisa fuerte en la industria. A fin de conseguir que más jóvenes se interesen en este campo desde temprana edad, aparecen entidades como Chicas en Tecnología. Integrada por cuatro mujeres provenientes de distintas áreas vinculadas al desarrollo de software ( programación, emprendimientos, educación, diseño, infraestructura y negocios), esta organización sin fines de lucro persigue, desde 2014, la misión de incentivar, motivar y formar a la nueva generación de innovadoras en tecnología y emprendedorismo. Sofía Contreras, fundadora junto a Mariana Varela, Carolina Hadad y Melina Massnatta, revela: “Cuando
entrás a una charla, taller o hackathon (N. de la R.: encuentro de programadores), el 90% de los asistentes y oradores son hombres. Comencé a investigar si esto se estaba replicando a escala global y comprobé que no era una situación exclusiva de la Argentina. De allí surgió la necesidad de dar una respuesta y una solución a este inconveniente”. Si hay un sector que parece eludir la problemática laboral es el de la informática. Según el Ministerio de Trabajo, el año pasado el empleo en la industria del soware creció un 8,9%, lo que se tradujo en unos siete mil puestos. No obstante, si se repasan los datos de la Cámara de la Industria Argentina del Soware (CESSI), 2016 terminó con un déficit de cuatro mil profesionales del rubro. Es que la demanda representa, al menos, el doble de la oferta de personas disponibles. Para contrarrestar el fenómeno, Chicas en Tecnología dicta charlas en escuelas, publica en diferentes espacios de divulgación científica y propone programas intensivos, como el PUMM ( Programando Un Mundo Mejor), que fue declarado de Interés Social por la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires. A propósito, Varela especifica: “PUMM es libre, gratuito y de inscripción abierta. Tiene como objetivo fomentar el interés por la tecnología y formar habilidades en chicas de colegios secundarios de entre trece y dieciséis años. Se postulan en equipos de tres alumnas por escuela y trabajan acompañadas de un mentor. Les ofrecemos charlas con referentes exitosas en tecnología, becas, capacitación continua y participación en foros. Finalmente, organizamos el taller donde les enseñamos a programar prototipos de aplicaciones con fines sociales. Los resultados son muy alentadores: por ejemplo, se creó una app contra el acoso callejero y otra que promociona una alimentación más saludable”. Las cias de la Secretaría de Políticas Universitarias arrojan que las mujeres no llegan a constituir el 20% del total de los estudiantes de informática (la Unesco determina el piso en un 15%). Es más, en la Licenciatura en Informática de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad de Buenos
Aires ( UBA) el porcentaje araña el
10%. “Todavía peleamos con ciertos estereotipos culturales que disminuyen la probabilidad de que las mujeres desarrollen una vocación relacionada con la ingeniería o la informática. Debemos entender que la tecnología es transversal y está ligada a muchos otros rubros. Nosotras queremos que la chicas empiecen a vivir cada vez más la cultura libre y colaborativa que se da en el mundo del software”, destaca Hadad.
De ayer a hoy
Las mujeres supieron tener un papel fundamental en el universo de la computación. La británica Ada Lovelace, considerada la primera programadora de la historia, o la norteamericana Grace Hopper, otra pionera en el lenguaje de programación, causaron un gran impacto en sus épocas, dejando una huella insoslayable. Por supuesto, hay espejos contemporáneos, como Sheryl Sandberg (directora operativa de Facebook), Maren Lau (directora de Facebook Argentina) o Stella Loiacono (directora de Tecnología de IBM Argentina).
líderes que promueven el trabajo en equipo, con perfiles dispares para que la temática no quede reducida a una sim
ple cuestión de género”, advierte Varela, desde Chicas en Tecnología. Si bien los números íos indican que en las empresas TIC hay una mujer cada tres hombres, hoy se respiran aires de cambio. Desde su experiencia, Constanza Suárez, Shared Services Director de la empresa Sotek Sudamérica Hispana, describe: “En el ámbito tecnológico, las argentinas estamos ocupando puestos altos de liderazgo. Tenemos varios casos de compañías cuya presidenta, gerente general o CEO es una mujer. A nivel académico, notamos que la proporción nacional es 30/70 con respecto a los hombres, pero en otros destinos de la región esta diferencia es aún mayor. Nuestro país siempre estuvo a la vanguardia y cada vez son más las que se animan a estudiar y formar carreras profesionales en el ‘Mundo IT’, sea en Sistemas, Ingeniería o carreras afines”. Aquellos que toman decisiones están dándose cuenta de lo esencial que puede resultar el aporte femenino en sus organizaciones. En esa misma línea, Laura Morinigo, ingeniera en sistemas y gerenta de Google Developer Groups Río de La Plata y Woman Techmakers
“Actualmente, las empresas están interesadas en incorporarnos a sus equipos de tecnología, ya que se demostró que nuestra participación ayuda a generar un mejor producto”. Laura Morinigo
Río de La Plata, dice: “La contribución va mucho más allá del carácter sensitivo o humanista con el que se nos asocia. Cuando se fabrica software no se hace exclusivamente para determinado sexo. Tanto mujeres como hombres somos consumidores finales, aunque no siempre se tengan en cuenta necesidades específicas femeninas. Actualmente, las empresas están interesadas en incorporarnos a sus equipos de tecnología, ya que se demostró que nuestra participación ayuda a generar un mejor producto”. Claro que todavía hay prejuicios que desarraigar. Consultada sobre esta deuda pendiente, Morinigo es clara y contundente: “Las mujeres se enfrentan a muchas barreras para entrar y triunfar en este tipo de carreras. Lo paradójico es que esas dificultades no solamente provienen de los varones, sino de nosotras mismas, que asociamos la informática con algo plenamente masculino. Por eso es relevante el apoyo y la exposición de rol
models femeninos, en especial aquellos con puestos de liderazgo, que promuevan nuestra inserción en este campo”. Pragmáticas y creativas. Así define a las “mujeres IT” la licenciada Silvia Tenazinha, Country Manager de Ar-
gentina y directora de Operaciones en Latinoamérica de Almundo. com,
quien apunta: “Las mujeres están encontrando espacios para sumar su granito de arena. Recientes investigaciones afirman que en un staff mixto hay un mayor grado de resolución de problemas, intercambio de ideas, sinergia, productividad e innovación”. Suárez está de acuerdo con esa perspectiva y cierra: “Poco a poco, las carreras tecnológicas y todo lo que rodea a las ciencias ‘duras’ están dejando de emparentarse solo con los hombres. La brecha entre ellos y nosotras se acortará cada vez más”.