El régimen de Maduro retoma la cacería de opositores y periodistas
Presidenciales. Cuando faltan 38 días para los comicios, el chavismo intensifica el asedio a la campaña de González Urrutia, sostenida por la líder opositora María Corina Machado
BOGOTÁ.– La revolución bolivariana aumenta día a día la escalada represiva contra la oposición: a mayor ventaja en las encuestas de la candidatura de Edmundo González Urrutia sobre la del presidente Nicolás Maduro, más encarcelamientos y más persecución. Con la detención arbitraria de dos dirigentes y dos periodistas en los últimos días, la lista de encarcelados se acerca a los 40 entre políticos, líderes sociales y activistas en lo que va del año electoral, a lo que hay que sumar la ola exprés de inhabilitaciones contra alcaldes que se han sumado a la causa opositora.
En las últimas horas, además, se han conocido las amenazas de muerte contra la líder opositora María Corina Machado. “Fuera de aquí. María Corina, no te quemos (sic) en mi pueblo, te vamos a matar. El Tren del Llano te espera”, reza la pintada que amaneció ayer en Zaraza, en el estado llanero de Guárico, última parada de la “caravana de la libertad”.
A comienzos de este año, el chavismo intensificó el hostigamiento contra dirigentes opositores y sindicales, a los que amenazó con pintadas firmadas por la “Furia Bolivariana”, expresión repetida una y por otra vez por sus jerarcas, incluido el propio Maduro.
Mafias aliadas
El Tren del Llano es una de las megabandas aliadas del famoso Tren de Aragua, mafia transnacional surgida en la cárcel venezolana de Tocorón quesehaextendidoporelcontinente. En febrero pasado varios “soldados” del Tren de Aragua participaron en Chile del secuestro, ejecución y entierro bajo una capa de cemento del teniente rebelde Ronald Ojeda. Según la propia fiscalía chilena, el crimen fue ordenado desde Caracas.
El régimen chavista niega la existencia de ese grupo criminal, posición que lo llevó a enfrentamientos con el gobierno del chileno Gabriel Boric.
Pese a las amenazas, los bloqueos de rutas y el decomiso de un centenar de motos, Machado lo consiguió una vez más: una multitud se concentró ayer en Altagracia de Orituco y las Mercedes del Llano para mostrar su apoyo ferviente al cambio en Venezuela.
“Vamos a votar sin miedo y con la frente en alto por aquellos que han sido perseguidos y por los que hoy están secuestrados”, arengó Machado a los presentes cuando en Caracas el último detenido por el Servicio de Inteligencia Bolivariana (Sebin), el periodista Gabriel González, miembro del equipo de Comunicación de Vente Venezuela (VV), era llevado a los tribunales acusado, igual que otros tres activistas, de “intentar ingresar por la fuerza en una base militar” y de crear pánico en la población.
“Delito de odio”
Nada de eso ocurrió, según la oposición: los detenidos acompañaban al candidato González Urrutia, quien al acabar un acto electoral se dirigió a la sede de la GNB cerca del aeropuerto de Maiquetía para saludar a sus militares, lo que el chavismo traduce como un delito de odio.
Jeancarlos Rivas, estudiante de periodismo y encargado juvenil de Voluntad Popular, partido del exprisionero político Leopoldo López, fue detenido entonces. Esta captura precedió a la del también periodista Luis López, que había acudido a cubrir la información, y a la de Juan Iriarte, coordinador de VV en el estado de Vargas.
Entre los compañeros de lucha de los detenidos se sabe que las fuerzas policiales fuerzan a los jóvenes para que declaren en contra de Machado, precisamente cuando aumentan los rumores de que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) prepara una sentencia para eliminar la candidatura opositora de González Urrutia cuando todavía faltan 38 días para los comicios.
Con la represión ha llegado incluso un nuevo escenario, inventado ayer por la revolución: el diputado colaboracionista Jaime González presentó una solicitud ante el TSJ para que se suspendan las elecciones hasta que Estados Unidos levante las sanciones contra dirigentes chavistas. Otro oscuro operador cercano al Palacio de Miraflores demandó hace semanas la anulación de la tarjeta electoral opositora ante el mismo tribunal.
Ataques a la campaña opositora
La cacería chavista no cesa y tiene como principal víctima a Machado, inhabilitada ilegal e inconstitucionalmente pese a ser la ganadora de las primarias, y a su partido, que no está reconocido legalmente pese a más de una década de presencia nacional. La embestida tiene su propia aritmética: 14 encarcelados y seis refugiados en la embajada argentina en Caracas. Unos y otros conforman el círculo más cercano a Machado y la verdadera “sala de máquinas” de su campaña electoral.
“El gobierno esta atacando la legitimidad y eficiencia de la campaña por Edmundo [González Urrutia]. La legitimidad, por las campañas de desprestigio y criminalización, intentando inhibir el voto por Edmundo entre los ‘nini’ (independientes) y de quienes siguen desde la oposición desconfiando de Machado. La eficiencia, deteniendo a personas que desempeñan puestos claves en la logística de las giras, que incluye las sanciones a quienes suministran bienes y servicios. Todas las últimas detenciones están vinculadas con los actos de campaña”, dijo a la
Rafael Uzcátegui, director nacion de Laboratorio de Paz.
El oficialismo también puso en la mira a un grupo de alcaldes que han mostrado su apoyo a la candidatura opositora en las últimas semanas, tanto en apariciones públicas junto a González Urrutia y Machado como con declaraciones a los medios de comunicación.
A las primeras inhabilitaciones dadas a conocer en la mañana de ayer, contra José María Fermín, alcalde de Coche, y de Iraima Vásquez, alcaldesa de Tubores, ambos en la isla de Margarita, se sucedieron varias más durante el día.
A última hora de ayer se confirmó la inhabilitación de al menos ocho alcaldes de Trujillo, cuyo “delito” fue apoyar de forma firme el paso de la “caravana de la libertad” por sus municipios. Los dirigentes pertenecen a distintos partidos, incluso algunos de ellos se han desmarcado de las directivas de las fuerzas políticas intervenidas por el TSJ en favor de Maduro.