Condenan a 23 años de cárcel a un jefe mapuche radical
Héctor Llaitul fue sentenciado por cuatro delitos; máxima alerta
SANTIAGO, Chile.– La Justicia chilena condenó ayer a 23 años de prisión a Héctor Llaitul, el principal líder radical mapuche, en medio de los crecientes llamados a endurecer la seguridad y las leyes debido a la violencia de los movimientos indigenistas del sur.
Llaitul fue condenado por varios ataques a la policía y empresas forestales en su lucha por reivindicar “tierras ancestrales” indígenas. La sentencia fue leída por una jueza del tribunal de la ciudad de Temuco, en el sur de Chile, durante una audiencia virtual.
“Se decretaron 15 años de presidio” por atentar contra la ley de seguridad del Estado, a los que sumarán cinco por hurto y tres por atentado contra la autoridad, señala la condena, que tuvo lugar solo dos semanas después del triple asesinato de tres carabineros en una emboscada, baleados y calcinados en una carretera del sur del país.
En ese sentido, surgieron voces que señalaron directamente que el triple asesinato fue una represalia por la situación judicial de Llaitul, detenido desde agosto de 2022 y sobre quien desde ya se veía venir una fuerte condena, finalmente concretada.
“Podría serlo y podría ser también un ataque de otra naturaleza donde esté mezclado el crimen organizado”, dijo la ministra del Interior, Carolina Tohá.
De hecho, para resguardar la seguridad, el gobierno decidió elevar a roja la alerta en la región de La Araucanía, cuya capital es Temuco.
Llaitul es el histórico líder de la Coordinadora Arauco-Malleco (CAM), una organización activista que promueve “la liberación de la nación mapuche”. Al momento de ser detenido se había convertido en uno de los principales opositores al gobierno de Gabriel Boric tras la instauración del estado de excepción en el sur.
Nacido en Osorno el 17 de noviembre de 1967, su padre es un campesino obrero mapuche analfabeto, y su madre, una empleada doméstica. Bajo la influencia de sus padres, forjó un sentimiento de izquierda que prolongó en su juventud, cuando, en 1986, ingresó a estudiar servicio social en la Universidad Católica de Valparaíso.