Los ocho pasos indispensables para ser más resilientes
El escritor español Javier Iriondo recomienda transitar por la aceptación, el perdón y la responsabilidad, entre otros aspectos
“Todos pasamos por ese momento en que todo se derrumba y te convertís en tu peor enemigo, en el que dudás de ti mismo”, dice Javier Iriondo, conferencista español y autor de varios libros entre ellos, Este es tu momento: hacia una vida con sentido y
plenitud. Según confiesa en una charla del ciclo Aprendemos Juntos 2030, la plataforma con contenidos inspiradores del BBVA, a lo largo de su vida tuvo dos momentos puntuales en los que tocó fondo y se volvió a levantar. “Cuando todo falla y colapsa, lo peligroso es perdernos a nosotros mismos”, reflexiona.
Durante la conferencia, Iriondo habla acerca de la importancia del valor humano y hace hincapié en no descuidarse a uno mismo ni dejarse llevar por el aspecto material. Tal como destaca, hay que dejar de lado el concepto de “tener” y reemplazarlo por la noción de que las personas son humanas, con todo lo que eso implica. “No hay que aferrarse a la idea de que si pierdo el trabajo, pierdo todo lo que tengo y no soy nadie”, comenta. Frente a los múltiples vaivenes de la vida, el especialista brinda una serie de pasos para adaptarse a las adversidades y mantenerse de pie, seguro de uno mismo.
El primer punto al que hace referencia es la aceptación. “No significa decir ‘bueno qué le vamos a hacer’ o ‘me la aguanto’ y es todo resignación. Tiene que ver con la valentía, con aceptar lo que ha ocurrido para poder cambiar”, explica Iriondo. De esta manera, continúa el experto, la clave es preguntarse: “¿Qué podría haber hecho distinto?”.
Otro de los aspectos que menciona tiene que ver con el perdón. Para el escritor, cuando todo falla, no sirve sentir culpa porque “no le hace ningún bien ni a ti ni a nadie”. En momentos donde las cosas se salen de control, “uno tiene que perdonarse porque el perdón es el alivio para el corazón, para dejar de sufrir. Si no perdonás, lo que ocurre es que los problemas o el rencor del pasado siguen apareciendo y no se puede dar vuelta la página y mirar al frente”, comenta el conferencista.
La responsabilidad es el tercer eje que Iriondo menciona como parte del proceso para ser más resilientes. Para el escritor, “es la capacidad que tiene una persona para responder con habilidad a los retos y desafíos de la vida”. Y profundiza que la responsabilidad se asocia con la madurez y con el ímpetu de tomar las riendas de la situación.
No a la culpa
La interpretación de la historia es el siguiente paso para ser resilientes. Destaca que el mayor peligro cuando todo falla son “las preguntas que te hacés y la manera en que analizás los hechos”. Lo que impide avanzar en la vida, dice el experto, muchas veces es la sensación de culpa: “El trauma no tiene nada que ver con la situación en sí, sino con lo que ocurre dentro de uno a partir de eso que ha pasado. Desde acá, podremos transformar cualquier problema en una lección”, añade.
El quinto paso se basa en la reconstrucción de la identidad, aspecto que tiene que ver con “cómo te ves a ti mismo”, explica Iriondo. Para esto es importante “poner en orden cuáles son los valores principales de tu vida: ¿qué es lo que sos?; ¿qué es lo que defendés? Puede que sea el honor, la dignidad, la seguridad, el respeto”, enumera el escritor y ahonda: “Cuando tu identidad es fuerte, no va a variar por ejemplo, cuando los resultados de las cosas no sean los esperados”.
En sexto lugar Iriondo habla de crear una nueva visión del futuro. Un punto que implica “recuperar la esperanza y la necesidad de aferrarse a alguna creencia porque al momento que dejamos de creer en el futuro y no tenemos algo digno que perseguir, nos quedamos sin fuerza para vivir el presente”, indica. Según explica el escritor, cuando una persona está motivada y tiene un propósito por delante, “aparecen las emociones positivas, se recupera las energía y se encuentra un por qué más profundo”. Esto, agrega, es “una luz necesaria que aporta fuerza para los momentos en que se necesita salir del agujero en el cual nos metemos”.
La decisión, es para Iriondo, el séptimo eje del proceso de resiliencia, algo que “nace de lo más profundo del corazón”, dice. Y explica que cuando alguien se encuentra frente a una situación adversa, sin ganas, desmotivado, habiendo perdido todo, depende de uno tener la convicción de levantarse y salir de ese lugar. “Decisión viene de la palabra incisión que significa cortar, separarse de algo”, confiesa Iriondo.
Por último, menciona la importancia de generar un entorno de aprendizaje. Y destaca que es crucial entender que “gran parte de la calidad de tu vida va a depender de cuánto seguís aprendiendo y evolucionando”. Por este motivo recomienda elegir bien las personas con las que uno habla, lo que escucha, los libros, los cursos que se hacen. Así, “tendrás una expansión y evolucionarás porque sos más grande que cualquier cosa que te pueda pasar o que te puedan hacer”, concluye Iriondo.•