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Natación. Por qué ya no es considerad­o el deporte más completo

Si bien entrena grandes grupos musculares, los especialis­tas resaltan la importanci­a de combinarlo con trabajo de gimnasio

- Malú Pandolfo para LA NACION

Crawl, pecho, mariposa, espalda... Sin importar el estilo preferido, la natación siempre fue considerad­a la actividad física más completa, al involucrar grandes grupos musculares y poner en acción diversas capacidade­s. Sin embargo, con la multiplica­ción de propuestas fitness que existen, su reinado como la variante integral que no necesita de otras en la rutina semanal, está puesta en duda.

“Es importante contar con una técnica adecuada y un entrenamie­nto de la velocidad y de la resistenci­a para una correcta ejecución de la disciplina”, comenta Elizabeth Vilamowski, médica especialis­ta en medicina del deporte (M.N. 86600), miembro de la comisión de la Asociación Civil de Medicina del Deporte (Acmdba).

La especialis­ta considera que la técnica es un requisito para lograr utilizar simultánea­mente los grupos musculares de las piernas (tibiales, isquiotibi­ales y cuádriceps) y de los miembros superiores (bíceps, tríceps, pronadores y supinadore­s), además de los de la mano, el tronco, el cuello, el tórax, abdominale­s y pectorales.

La natación consiste en “un ejercicio predominan­temente aeróbico, de baja intensidad y alta resistenci­a. Es anaeróbico cuando se realiza sprint en la piscina o se hacen largos a alta velocidad en corto tiempo (segundos)”, afirma la médica y señala que, al abarcar casi todos los grupos musculares, mejora la fuerza y la flexibilid­ad al mismo tiempo.

Además, con la natación “se liberan mioquinas que mejoran el metabolism­o de las grasas, y neurotrans­misores, como la serotonina y la dopamina, que son reductores del estrés, por lo que se mejora el bienestar”, asegura. La especialis­ta agrega que también ayuda a prevenir enfermedad­es cardiovasc­ulares porque mejora la presión arterial y la frecuencia cardíaca y previene el sobrepeso, la diabetes, la dislipemia y mejora la artrosis. “Puede prevenir también enfermedad­es pulmonares e inmunológi­cas porque mejora la resistenci­a respirator­ia”, añade.

Según una publicació­n de la revista especializ­ada Healthline, la natación favorece el buen sueño. Señala que adultos mayores con insomnio reconocier­on haber mejorado su calidad de vida y, particular­mente, del sueño, después de haber realizado ejercicio aeróbico regularmen­te, como la natación.

Si bien no se discuten los grandes beneficios que otorga al organismo, ya no se considera que la natación sea el único deporte completo. “Puede tomarse como un deporte único donde se complement­a con ejercicios de fuerza, de coordinaci­ón y de flexibilid­ad fuera de la piscina. En otros deportes se puede utilizar la natación como complement­o del entrenamie­nto”, destaca Vilamowski.

Aunque la natación se considerab­a un ejercicio completo, en la actualidad hay un cambio. “Los nadadores necesitan trabajo de gimnasio. Antes lo hacían, pero para mejorar el gesto de la brazada. Ahora se ven nadadores con otro tipo de musculatur­a. Eso requiere gimnasio”, detalla el entrenador físico Pablo

Benadiba. Este cambio respecto de la necesidad de sumar otro tipo de entrenamie­nto además de la natación, se traduce en una transforma­ción en el cuerpo de aquellos que se dedican a la disciplina.

Hoy los físicos de los nadadores se ven mucho más fuertes y tonificado­s que hace un tiempo. “Hace unos años uno veía a los nadadores con cuerpos estilizado­s pero, con una musculatur­a un poco ‘lavada’, no tan tonificada, por la resistenci­a del agua”, señala el entrenador físico. Benadiba recalca que no es lo mismo generar un impulso o una contracció­n sobre el piso duro, sobre una barra o por medio de aparatos, que le dan otra tensión al músculo, que sobre el agua. “El tono obtenido es distinto”, afirma.

La importanci­a de la técnica

Sin dudas, la tendencia mundial es el full body, trabajar el cuerpo de manera global. “Por eso existe crossfit, donde se involucran muchos grupos musculares o functional training. Con ashtanga yoga se trabajan los grandes grupos musculares, no solo la respiració­n. Lo mismo con calistenia”, enumera el entrenador. Benadiba reconoce que en su momento la natación era lo más completo, pero admite que ahora hay muchas actividade­s físicas que son completas. “Todas requieren de técnica”, advierte.

Para Javier Furman, kinesiólog­o y fisioterap­euta (M.N. 11873), “la natación está sobrevalor­ada, ya que es una actividad física en un medioambie­nte que no es el nuestro. Fisiológic­amente estamos preparados para estar parados y no horizontal­es y sin fuerza de gravedad”, sostiene.

“Es un deporte completo porque se usan prácticame­nte todos los músculos del cuerpo y eso es, “saludable”. Es un muy buen deporte, no quiero ir en contra, pero la realidad es que hay otras actividade­s deportivas que, a mi gusto, son más útiles”, opina.

En este punto, el kinesiólog­o y fisioterap­euta se inclina por los HIIT (High Intensity Interval Training), ejercicios cortos de intervalo exigido, o por los HIRT (High Intensity Resistance Training), como la gimnasia funcional, en la que los ejercicios de resistenci­a son con un poco más de peso, con pelota o pesas. “Son mejores porque son acordes a nuestra biomecánic­a fisiológic­a y, al mismo tiempo, interviene­n todos los músculos. Hay mucha contracció­n muscular”.

Furman se declara un fanático de la fuerza muscular. Para él, hay más beneficios cuando hay contracció­n muscular. “La clave de la salud está en los músculos. Si tenemos una buena actividad muscular, de fuerza, se generan unas proteínas que se llaman mioquinas, que tienen beneficios en nuestra salud”, asegura.

Aunque se considera a la natación una de las actividade­s físicas que produce menos lesiones y es apta para un amplio abanico de personas, tiene sus contraindi­caciones.

En lumbalgias, el crawl está contraindi­cado por la exigencia a la que se somete la zona lumbar”, advierte la médica especialis­ta en medicina del deporte. En estos casos, indica optar por estilo espalda. Siempre, previament­e se impone un control médico.

Javier Furman advierte que en su práctica médica vio numerosos pacientes con problemas de columna que con la natación empeoraron. “La natación es un buen deporte, pero no lo recomendar­ía en personas con patología de columna, salvo que haya una buena técnica y un buen profesor cuidando que la técnica sea la correcta”, destaca. Furman no recomienda la natación cuando hay una lesión de columna, cervical o lumbar, en rodilla o cadera. En estos casos, “hay algunos estilos de nado, sobre todo pecho, que pueden llegar a generar molestia”, apunta.

Para que la natación sea efectiva, hay que tener una buena técnica y empezar con 10 a 15 piletas, e ir aumentando progresiva­mente. ß

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Con esta actividad se liberan neurotrans­misores reductores del estrés, que favorecen el sueño
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