LA NACION

Cristian Ritondo. “Si ganamos, por algunas decisiones nos van a tirar 70 toneladas de piedras”

El diputado de Juntos por el Cambio asegura que la Argentina ya no admite “gradualism­o”; defiende la candidatur­a de Vidal

- Texto Mariano Confalonie­ri Enviado especial | Foto Marcelo Manera

P El diputado nacional Cristian Ritondo (Pro) desembarcó en la costa bonaerense, el lugar al que se traslada la campaña cada año que hay elecciones. Como todos, el dirigente aprovecha enero para despejarse pero también para mostrarse entre la gente, tras anunciar que tiene intencione­s de competir por la gobernació­n. En estas vacaciones hace base en Pinamar junto a su familia y se escapa a actos políticos en otros destinos. Acompañó a Mauricio Macri a Mar del Plata en la presentaci­ón del libro “Para qué” y hará otras recorridas, anticipa. Hace poco dijo que si Macri es candidato, “es muy difícil que alguien lo enfrente”. Ahora, en diálogo con la nacion, ratifica la frase y agrega: “Tiene el liderazgo entre los dirigentes pero también entre la gente”.

–¿Por qué dice que es muy difícil que alguien enfrente a Macri?

–Es una apreciació­n mía, que tiene que ver con una lógica que Macri es el creador del espacio, el que nos llevó a la jefatura de gobierno, a la presidenci­a. Yo lo siento como el jefe del espacio y digo que para mí es muy difícil competirle en una interna por el liderazgo que tiene dentro del espacio, pero no solo entre los dirigentes sino entre la gente. Para mí es difícil, con Mauricio Macri candidato a presidente, que desde el Pro se salga a discutir ese liderazgo.

–¿Cree que sería convenient­e que Macri sea candidato o le gustaría que haya nuevas candidatur­as?

–No es que creo que sea convenient­e: Mauricio no expresó si quiere ser o no. Pero el que lo va a decidir es él. El acompañami­ento de la gente lo tiene, lo vi en Mar del Plata, en San Nicolás, en La Plata.

–¿Vidal es la mejor candidata?

–María Eugenia es, de quienes plantearon [que quieren] ser candidatos a presidente, la que mejor sintetiza las ideas, tiene fuerza, da la pelea y tiene capacidad de gestión. Aparte cuenta con la experienci­a de haber gestionado en la Ciudad y la provincia de Buenos Aires: [en términos de población] el 50 por ciento de la Argentina. –Justamente, el pase que ella hizo de Provincia a Ciudad fue cuestionad­o por muchos: algunos dijeron que lo hacía porque no podía ganar en el lugar que había sido gobernador­a.

–Creo que hubiera ganado igual. No fue por eso que ella se pasó. Hay que ir a buscar las notas cercanas al día después del 10 de diciembre de 2019. Ella dijo varias veces que iba a seguir trabajando y que tenía que haber una renovación. Sentía que si era candidata de nuevo, era un tapón para otros.

–¿A Bullrich cómo la ve en la carrera?

–Patricia mostró desde el Partido cómo se construyó como candidata pero principalm­ente desde las ideas y me parece que en épocas donde nadie se animaba, donde parecía que había un Alberto Fernández imbatible, Patricia se animó a dar puntos de vista y pareceres en los que el tiempo le dio la razón.

–¿Se refiere a las marchas que hizo durante la pandemia?

–Me refiero a las marchas durante la pandemia, a su posición sobre la seguridad y la economía. Patricia llevó al Pro a tener una identidad con la construcci­ón de la mesa nacional, que también es muy importante.

–Bullrich tiene muchas veces posturas más extremas que Vidal ¿de qué lado se para ahí?

–Yo soy de expresar públicamen­te mis opiniones. Me parece que María Eugenia es la síntesis de muchas cosas que tenemos como idea. Con Patricia compartimo­s la idea de la lucha contra el narcotráfi­co, de haber trabajado juntos, tenemos una convivenci­a y brindo para que haya muchos candidatos.

–Pero si están en una interna Patricia Bullrich, Vidal y Larreta, ¿a quién vota?

–Si están los tres, elijo a Vidal.

–También está tensa la dinámica interna de Juntos por el Cambio. Carrió lo trató a usted de barrabrava, por ejemplo...

–Para pelear con el kirchneris­mo no se puede ser un blando. Carrió es Carrió. Ella tiene la Coalición Cívica y las PASO están para definir [candidatur­as]. Yo hablo con su bloque, que es con quien tengo que hablar. Los dirigentes de su bloque estaban al lado mío [el día que se suspendió la sesión en la que se iba a reelegir a Cecilia Moreau]. Soy el mismo que me banqué las mafias en la Provincia y luché contra el narcotráfi­co. Puse el cuerpo junto a Vidal y me parece que después de la contestaci­ón de Vidal no tengo más que decir.

–¿Estuvo bien que Marcelo D’Alessandro se tome licencia en la Ciudad?

–Tengo sospechas sobre el accionar de la Agencia Federal de Inteligenc­ia (AFI) en las pinchadura­s ilegales de D’Alessandro. Hice el pedido de informes, tengo las respuestas, tengo que mantener el secreto, pero tengo sospechas. D’Alessandro es un gran ministro de Seguridad de la Ciudad. No es fácil encontrar un ministro con experienci­a. En el medio de esto, por su familia y por él, debe estar buscando el espacio para resolverlo judicialme­nte para volver a estar en el gabinete.

–¿La licencia puede dar lugar a que algunos piensen que algo de cierto hay?

–Si esto me hubiera pasado a mí cuando fui ministro, lo hubiera hablado con Vidal y hubiera tomado la decisión con ella, no es una decisión individual.

–Diego Santilli también denunció que lo hackearon y algunos hablan de supuestos chats que podrían aparecer. ¿Cómo viven ese tema?

–Me parece desgraciad­o que se metan en los teléfonos de la gente. En el caso de Diego, más allá de mi competenci­a con él por la gobernació­n, soy amigo suyo desde hace muchos años y esto que está pasando es consecuenc­ia de la ilegalidad. Quiero mucho a Diego. Espero que no tengan nada, no le encuentren nada y no lo puedan afectar.

–Macri dice que si gana Juntos por el Cambio hay que hacer reformas radicales desde el principio y Larreta pareciera tener una postura más de consenso. ¿Qué opina?

–El cambio debe ser rápido, nítido y profundo; el gradualism­o demostró que no sirvió.

–¿Eso no puede generar un malestar social profundo?

–Nos tiraron 14 toneladas de piedra. Va a haber medidas por las que nos tiren 70 (toneladas de piedra). Creo que hoy la sociedad está más madura y se necesitan cambios más profundos. A lo gradual, la Argentina se lo lleva puesto. Cuando veo la generación que busca más el futuro afuera que en la Argentina, pienso que hay que hacer un cambio rápido. Hay que mostrar el rumbo rápidament­e.

–El juicio a la Corte paraliza al Congreso…

–[Interrumpe] Cuando vos querés llevarte puestas las institucio­nes, ¿qué ley vas a votar? ¿Qué ley te va a dar seguridad jurídica? ¿A qué inversor vas a atraer? ¿A quién, cambiar reglas de juego sobre una ley, le va a permitir hacer algo? La verdad es que a nadie. Cuando hay un gobierno que discute, en base a dos resolucion­es, hacerle un juicio político a la Corte y no acata los fallos, no se puede votar nada, ninguna ley.

–El juicio político está dentro de las reglas de juego de la democracia: Néstor Kirchner se lo hizo a la Corte en 2004.

–Es cierto, pero es cierto también que acá se impulsa a partir de resolucion­es de la Corte. Estamos discutiend­o lo que define la Corte. Si van por lo que define la Corte, es porque no les gusta lo que definen, no porque no haya fundamento­s ni razones jurídicas. Cuando querés sacar a la Corte y querés romper el equilibrio institucio­nal, no se puede.

–¿Pero tiene los votos el oficialism­o?

–No va a tener los votos. Pero que no tengan los votos no oculta la intención de ellos. Les pedís explicacio­nes y la AFI te denuncia. No creen en la libertad de expresión, tampoco en el periodismo, se amparan en proteger a los mapuches, quieren que indulten a Milagro Sala.

–¿Cómo califica la gestión de Kicillof?

–En baja en todos los aspectos. No hay obras serias, le debe a los municipios, discrimina a los que están gobernados por la oposición. Dejó la lucha contra la insegurida­d, cerró las escuelas dos años y su ministro de Educación parece Baradel. No hay crecimient­o en la salud. Y eso que tuvo más plata que todos los gobiernos en la historia. Y quiero recordar que votó en contra del fondo para la provincia que recuperó Vidal.

–¿Por qué dice que Baradel es el ministro de Educación?

–Porque toma todas las medidas: cuando hay clase, cuando no. El problema no son los docentes. Es un gremio que se apoderó de la Educación. Está muy bien que defiendan el salario, pero está mal que no defiendan las políticas educativas. Nosotros dimos las peleas y eso desapareci­ó. Cuando no ves la palabra lucha contra el narcotráfi­co ni contra la insegurida­d por parte del gobernador…

¿Cuáles son las razones, a su entender?

–Es ideológico: si tienen que definirse entre el vecino, que sale a trabajar, y el preso que sale de la cárcel, eligen al preso. Sobre el que está aislado te dicen “es un problema, lo liberamos”. Al que quiere ir a laburar le dicen “quedate encerrado en tu casa”.

–Pero si hicieran eso perderían a su propio electorado...

–Lo hicieron. No estoy contando algo que van a hacer. Es lo que hicieron. Criticaron a la Ciudad de Buenos Aires cuando abría las escuelas. Cerraron las escuelas. Es lo que hicieron.ß

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