Rescataron cerca de Tribunales a 34 víctimas de una red de trata
Fue acusado como líder de la organización criminal un hombre que pocos días antes había dado su testimonio como detenido por la represión ilegal en la dictadura
Hace 45 años pasó por El Infierno, como se conocía al centro de detención clandestino que funcionó en la Brigada de Lanús de la policía bonaerense. Hace 35 evitó, tras un extenso proceso penal que llegó al máximo escalón judicial argentino, su extradición a los Estados Unidos, que lo requería en un caso de “concertación delictiva”, lavado de dinero del tráfico de drogas y omisión de declaración de operaciones monetarias. Pero ayer volvió a la cárcel: esta vez, acusado de ser un integrante clave de una red que hacía que decenas de mujeres se prostituyeran en las habitaciones de un hotel de la zona de Tribunales porteños.
Septiembre se convirtió en una suerte de montaña rusa para Luis Guillermo Taub, de 69 años. El 13 declaró como testigo en la causa Minicucci, una de las tantas abiertas por los crímenes de lesa humanidad. A través de Zoom rememoró los horrores que padeció a manos de los torturadores de la última dictadura cuando una patota de la policía bonaerense lo secuestró en su casa de Laprida al 2000, en la Capital, el 7 de septiembre de 1977, y lo condujo a la Brigada de Lanús. Su familia, encabezada por su padre, Benjamín Froim Taub, era dueña de la casa de cambios Brasilia en la City porteña y los militares los acusaron de manejar el dinero del Movimiento de Liberación Nacional Tupamaros.
Dos semanas después de la larga exposición ante el Tribunal Oral Federal N° 1 de La Plata, en la que afirmó que el objetivo de su captura y la de su padre había sido solo la apropiación de sus bienes, Taub deberá enfrentar nuevamente a un juez, pero, esta vez, como imputado junto a cuatro mujeres, entre ellas, su esposa, Adriana Graciela Bennun, acusados de llevar adelante la operatoria de promoción y facilitación de la prostitución en el hotel Comfort, situado en Paraná 704. De allí fueron liberadas 34 mujeres que eran ofrecidas sexualmente a cambio de dinero en el establecimiento. Había ocho clientes cuando irrumpieron los efectivos de la División de Trata de la Policía de la Ciudad.
Debido a la naturaleza de los delitos denunciados, los procedimientos también contaron con la colaboración del Programa de Rescate y Acompañamiento a las Víctimas del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, la Dirección Nacional de Migraciones (DNM), la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), el Consejo de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes y la Administración Gubernamental de Ingresos Públicos (AGIP).
La investigación
El hotel, que fue clausurado por la Agencia Gubernamental de Control (AGC) al término del operativo, comenzó a ser investigado el año pasado, cuando una mujer llamó a la línea 145 y denunció que ese lugar era el centro de operaciones de una red que captaba mujeres a través de avisos en la web.
El fiscal César Augusto Troncoso, que intervino a instancias de la denuncia, encomendó las tareas investigativas a los detectives de Trata de Personas y de Cibercrimen de la Policía de la Ciudad. Según informaron fuentes de la fuerza de seguridad porteña, la pesquisa permitió “detectar el sistema de pases que tenían clientes al momento de acceder a las mujeres explotadas y el dinero que quedaba en poder de la organización delictiva”.
La investigación, se explicó, también permitió establecer los roles de los partícipes en la maniobra ilegal: el matrimonio TaubBennun como organizadores, y tres mujeres –una argentina, una paraguaya y una salvadoreña–, como regentes de la casa de citas clandestina.
Cuando la información estuvo afianzada, el fiscal Troncoso obtuvo del juez Martín Carlos Del Viso 20 órdenes de allanamiento: 18 se desarrollaron en el hotel de la calle Paraná; uno se realizó, en la calle Darwin al 200, La Lucila, partido de Vicente López, y otro se concretó en Hipólito Yrigoyen al 21.100, en Glew, municipio de Almirante Brown.
En el hotel que funcionaba como prostíbulo fueron detenidas aquellas dos sospechosas extranjeras. Allí se secuestraron celulares, grandes cantidades de preservativos, geles íntimos, aparatos sexuales, documentación con información referente a la actividad sexual que se desarrollaba en todas las habitaciones del lugar, prendas de vestir íntimas y folletería.
Según se informó, en el hotel fueron encontradas 34 mujeres, que fueron entrevistadas por el personal del Programa de Rescate y Acompañamiento a las Víctimas de Trata y del Ministerio de Justicia y Derechos y de Migraciones. Después de eso, el juez dispuso que se fueran del lugar. También se les pidió que se fueran a los ocho clientes que estaban en otros tantos cuartos cuando comenzó el procedimiento.
En Glew, en tanto, fue encontrada la tercera regente del hotel. Le incautaron siete celulares, dos notebooks del plan Conectar Igualdad, una caja con documentación, una tablet y una CPU, entre otros elementos.
En la casona del Bajo de La Lucila fue detenida Adriana Bennun. A Taub no lo encontraron. Entre los elementos secuestrados en el allanamiento figuran un iPhone, tres iPad, un disco rígido externo, cinco pendrives, una CPU y documentación.
A Taub finalmente lo atraparon ayer en Lavalle y Talcahuano, a pocos metros del Palacio de Tribunales. Llegaron hasta él gracias a escuchas telefónicas, parte de las cuales, según explicaron fuentes de la causa, lo sitúan como “principal instigador” del delito, ya que “era el autor intelectual y material que desarrollaba minuciosamente las maniobras desenmascaradas” por los detectives de la División de Trata de Personas de la Ciudad.ß