LA NACION

El empate lo devolvió a la cima, pero ya no conduce en soledad

Atlético Tucumán igualó 0-0 con Banfield y comparte el primer puesto con Gimnasia LP

-

Un empate que sabe a poco para Atlético Tucumán, una igualdad que celebraron los perseguido­res del Decano, que luego de igualar 0 a 0 con Banfield comparte el primer puesto con Gimnasia y Esgrima LP. Necesitaba dar un mensaje directo, una señal que mostrara la convicción que lo envuelve en el campeonato y despejar las incógnitas que lo rodearon en la última semana, después de perder en la Bombonera y tener que saltar a la cancha como escolta del Lobo, que había superado a Independie­nte. Lo intentó hasta el minuto final, pero falló.

No se trataba de un juego más, la visita de Banfield resultó un reto. Y los tucumanos demostraro­n carácter, aunque no alcanzó para recuperar el liderazgo en la tabla de posiciones y recobrar la distancia con el Lobo, Huracán y Godoy Cruz y tampoco para amortizar el empuje de River, Boca y Racing, los grandes que tomaron impulso y que con 10 fechas por delante pretenden ofrecer credencial­es de candidatos.

Nueve fechas puntero, una estadístic­a que refleja la campaña de Atlético Tucumán. El estadio José Fierro es una fortaleza, también una olla a presión, como anoche. El Decano es el equipo que más puntos sumó en condición de local –21 unidades–, producto de seis triunfos y tres empates. El presente de Banfield es opuesto: un éxito en los últimos once juegos –frente a Rosario Central–, los festejos son pequeñas licencias en una temporada en la que la Copa Argentina asoma como la mejor opción.

El dibujo de siempre (4-4-2), con los intérprete­s que mayores dividendos logró en el recorrido empleó el DT Lucas Pusineri, que planificó un partido de largo aliento. La paciencia para romper la doble barricada defensiva que interpuso Banfield –cinco defensores, con Luciano Abecasis y Aarón Quirós cumpliendo la función de desandar el carril; tres volantes– debía ser una virtud para el Decano. Sin conexiones, los remates de media distancia se convirtier­on en un argumento ofensivo: Ramiro Carrera y Joaquín Pereyra fueron los que más ensayaron, aunque la acción de riesgo que pudo romper el marcador la protagoniz­ó Matías Orihuela: el lateral corrigió la trayectori­a de un remate defectuoso y estrelló el balón en el poste derecho de Facundo Cambeses.

Atlético Tucumán marcó lo bueno y lo malo: de un error de Martín Garay –pase atrás que Carlos Lampe controló con la mano, porque la pelota tenía destino de gol–, Banfield descubrió un tiro libre indirecto dentro del área; Jesús Dátolo hizo explotar el balón en el travesaño. Fue lo mejor de un equipo que se posicionó para ser ordenado y espiar alguna falla del rival.

El empuje fue la línea de ataque en el final del Decano, aunque no tuvo claridad para lastimar.ß

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina