SIC empató agónicamente ante Hindú y disputará la final contra CUBA
Igualó 28 a 28 y, por ventaja deportiva, se clasificó para el choque decisivo del Top 12 de la URBA que se jugará el próximo sábado
Hay fiesta, hay color. Hay un nuevo sueño en marcha. Las imágenes desbordan optimismo, elevan las ilusiones. El cosquilleo es similar al experimentado en 2019. La Catedral abrazará nuevamente a SIC en una final de Top 12. Y ya nada sorprende. Acostumbrado a jugar instancias decisivas, empató agónicamente con Hindú 28 a 28 y se clasificó al encuentro decisivo por ventaja deportiva. El próximo sábado, a las 17, se enfrentará con CUBA en busca del bicampeonato.
No cuesta mucho retrotraer la memoria y ubicarse en esa misma cancha del CASI y recordar lo que fue la consagración de 2019. Muchos de esos nombres estarán presentes en la definición del próximo sábado, por lo que la idea de trasladar esas mismas situaciones al 2021 no es descabellado. En ese grito final que unió a jugadores e hinchas, una vez apoyado el try de Piccardo, quedó sintetizada la ilusión que nuevamente moviliza a los de Boulogne.
“Clasificar así tiene otro sabor. La verdad que fue interminable la situación, pero estábamos muy confiados que íbamos a marcar el try y llegar a la final. Trabajamos muy duro para estar acá, pero no hay que relajarse porque todavía nos quedan ochenta minutos para llegar al objetivo”, comentó, con mesura, Justo Piccardo, el gran héroe del zanjero del domingo.
El partido satisfizo a los 5000 aficionados presentes en la Catedral sanisidrense. Fueron ochenta minutos donde no hubo tregua, donde se atacó de principio a fin y donde existió hasta el último minuto la incertidumbre por el resultado final. Y más allá de los estilos de juego que caracterizan a SIC e Hindú, primó el rugby creativo, con muchos cambios de ritmos y voluntad para no darse por vencidos.
El triunfo de SIC tuvo relación directa con el desempeño de sus forwards. Sobre todo, porque Hindú no especuló ni un segundo a la hora de tomar posesión del campo rival cuando se vio abajo en el marcador y plantearle una dura lucha en las formaciones fijas. “Haber tenido a Hindú durante cinco minutos a metros de su propio ingoal fue casualidad. Es producto del trabajo físico y mental que hicimos todo el año”, analizó Marcos Piccinini, pilar de SIC.
El parcial 22 a 20 del primer tiempo a favor de Hindú estuvo muy acorde con el desarrollo de esos 40 minutos. Los de Don Torcuato le sacaron máximo rédito a la amonestación de Tomas Mayrelles, con el try D’Amorim y las brillantes ejecuciones a los palos de Santiago Fernández, que en ese ratito sumó cinco penales y una conversión. Sin embargo, el pack de SIC no renunció a su juego ofensivo y logró mantenerse a tiro del resultado con los tries de Zervino y Panzarini.
En el segundo tiempo escasearon las anotaciones, pero subió la tensión. Sin embargo, más de la paridad en el resultado, ninguno de los dos equipos aflojó el ritmo de juego y la voracidad ofensiva. Con tres penales de Fernández, Hindú logró ponerse 28 a 23 a falta de quince minutos. Sin embargo, la fortaleza del pack de SIC lo fue arrinconando a puro scrum contra su propio ingoal. La posibilidad latente de try transformó a la Catedral sanisidrense en una verdadera caldera.
Fueron cinco minutos a puro suspenso, en los que Hindú aguantó como pudo por la amonestación de parte de su primera línea. Con el tiempo cumplido, Justo Piccardo aprovechó la superioridad de hombres del SIC en el scrum y sentenció el empate 28 a 28. De nada sirvió que Gastón Arias errara la conversión: por mejor ubicación en la tabla general, los Zanjeros se convirtieron en finalistas. El próximo sábado enfrentarán CUBA con el objetivo de revalidar su condición de campeón y sumar el título número 27 de URBA a su prolífica historia.ß