El ídolo pop de la generación millennial que lucha contra sus propios demonios
La noticia, por supuesto, conmocionó a todos. Santiago “Chano” Moreno Charpentier volvió a ser protagonista de un hecho violento, esta vez de extrema gravedad. Cada vez parece quedar más lejana su imagen de músico creativo y talentoso que lo convirtió en el primer ídolo pop de la generación millennial.
En los últimos años, Chano ha sido noticia por excesos, escándalos y desbordes. Su vida debajo del escenario apagó las luces de una carrera que, de la mano de Tan Biónica, lo había transformado en uno de los últimos rockstars de la Argentina.
Nacido el 23 de septiembre de 1981 en Capital Federal, “Chano” construyó su imagen como un ícono del pop-rock en el siglo XXI. Junto a su hermano Bambi creó Tan Biónica hacia 2002 y se convirtieron en una de las grandes bandas de la segunda década del milenio, gracias a la salida de Obsesionario (2010). Un demo en 2001 (Tapa de moda), un EP en 2003 (Wonderful noches) y un larga duración debut (Canciones del huracán) en 2007 habían hecho las veces de peldaños formativos para el grupo, previos a la masividad.
El sonido pop del grupo, siguiendo el linaje del costado más ‘hitero’ de Soda Stereo y de bandas internacionales como The Killers, sumado al carisma de Chano y su indudable capacidad para hacer estribillos ideales para la alta rotación, fueron la clave del éxito para Tan Biónica. “Ella” y “Beautiful”, los dos primeros cortes de Obsesionario, irrumpieron como una ola de aire fresco en las radios y canales de música. Los hermanos Charpentier lograron conmover a un público adolescente tal como lo había hecho Miranda en la década anterior: surfeando con soltura entre el pop y el rock.
De la mano de Destinología (2013), Tan Biónica se consagró definitivamente como la banda del momento. “Ciudad mágica”, el primer adelanto del disco, fue el máximo hit del grupo y en 2015 se convirtió en la canción de la campaña electoral que llevó a Mauricio Macri a la presidencia. Para ese entonces, Chano y compañía agotaban localidades en toda América Latina. En Buenos Aires se sucedían shows en el Luna Park (cuatro agotados en 2015), uno en el Hipódromo de Palermo y otro gratuito en La Pampa y Figueroa Alcorta. Decenas de miles de personas coreaban viejas y nuevas canciones, con Hola mundo, el que sería su último disco de estudio, recién salido.
La fama y la masividad terminaron por socavar el interior del grupo. Chano se convirtió en un personaje mediático que paseaba su carisma por los programas de televisión más importantes de la Argentina y sus desbordes en la vida privada ganaban las primeras planas. Entre fines de 2015 y principios de 2016, protagonizó tres accidentes viales, incluido uno en las cercanías del estadio de River Plate, que fue captado por cámaras de seguridad e incluyó momentos de violencia con los vecinos. También en 2015, en el pico de su popularidad, tuvo una fugaz relación de tres meses con Juana Viale.
En abril de 2016, Tan Biónica anunciaba una pausa indefinida. Los problemas de Chano se suponían el motivo principal aunque se mantuvo como secreto a voces. A partir de allí, la vida de Chano estuvo más signada por los escándalos que por los sucesos artísticos. Denuncias por violencia de género, episodios relacionados al consumo de estupefacientes nunca del todo aclarados en Punta del Este, más escándalos y apariciones mediáticas que exponían la fragilidad de un personaje que no podía manejar ni la fama ni los excesos. Incluso llegó a internarse por voluntad propia para recuperarse de las adicciones.
Sus discos solistas El otro (2018) y El doble (2019) no lograron empardar el éxito de su anterior banda y sus adicciones dominaron su vida y sus apariciones. El reciente episodio, que lo tiene internado en grave estado, se desató en su propia casa y en presencia de su madre, que se vio obligada a pedir ayuda a médicos y policías para que controlaran el estado de Chano. Como una muestra de su inestabilidad emocional, en la última entrevista que el cantante le dio a el la nacion mes pasado, aseguraba encontrarse en una nueva etapa de su vida. “Siempre tuve la vocación de internarme cuando estuve mal, cuando consumía, cuando me pasó todo lo que me pasó”, dijo Chano. “Como te decía, hace dos años que estoy muy bien”.
Este nuevo capítulo en una serie de escándalos personales lo pone en una situación límite. Todavía hay mucho por aclarar sobre los hechos que se desancadenaron en su casa. Pero su brillo arriba del escenario parece cada vez más lejano.