Un show de olas y viento para el turismo invernal
El temporal que se abatió durante la madrugada de ayer afectó a algunos barrios; las reservas hoteleras se aproximan al 40%; se espera mejor clima para los próximos días en toda la zona
Con ráfagas de 70 kilómetros por hora, los turistas que llegaron a disfrutar de unos días en esta ciudad desafiaron el frío. La ocupación hotelera es del 40%; para el fin de semana se esperan más visitantes y que mejore el tiempo.
MAR DEL PLATA.– La foto familiar de recién llegados, desde las alturas de La Perla y la postal de la playa Bristol y la rambla como fondo, reclamaba buenas camperas, bufanda y en lo posible guantes. Y una condición insalvable si no había gorro de por medio: pelos al viento, de aquí para allá. Es que las ráfagas de hasta 70 kilómetros por hora castigaron a la costa atlántica desde anteanoche, en este inicio de vacaciones de invierno con muy mal tiempo y –aun así– un lento pero sostenido ingreso de turistas.
La lluvia hizo lo suyo en la madrugada de ayer y entonces permitió que con las primeras luces, siempre bien abrigados, se pudieran realizar paseos próximos al mar, con olas enormes que golpeaban contra espigones, murallones y piedras, para dar su singular espectáculo con su espuma como una enorme cortina que empapaba veredas y calles cercanas.
El temporal, anticipado por los pronósticos, dejó algunos daños en varios barrios de la ciudad. Se volaron algunos techos, cayeron carteles, árboles y algunos postes del tendido eléctrico, por lo que quedaron algunas zonas sin suministro durante varias horas. Lo mismo pasó con cableados vinculados con semáforos y columnas del alumbrado público, sobre los que se trabaja desde la mañana de ayer para volver a dejar el sistema en funcionamiento. Ninguna situación revistió gravedad ni tuvo personas lesionadas.
Las reservas hoteleras aquí se aproximaban al 40% de las plazas disponibles, con indicios de incremento con el correr de los días. Los establecimientos del sector esperan la mayor demanda a partir de mediados de la semana, conocedores de que lo mejor de las vacaciones de invierno se suele ver por aquí durante los últimos diez días.
Mejor pronóstico
Las condiciones climáticas prometen mejorar en las próximas horas, siempre con bajas temperaturas, pero ya sin los chaparrones que abundaron hasta las primeras horas de ayer. Los mejores indicadores desde este fin de semana hasta principios de agosto asoman por Tandil, la oferta que algo más al sur bonaerense rodea a Sierra de la Ventana y, sobre la costa, Cariló, Villa Gesell y San Clemente del Tuyú.
Para los prestadores de servicios es el reencuentro con el turismo de vacaciones de invierno luego de dos años. Las últimas se suspendieron, pues quedaron alcanzadas por las máximas restricciones que regían en el país en el marco del plan de aislamiento social obligatorio para prevenir contagios de Covid-19.
Si bien están todos los servicios de transporte en actividad, el mayor movimiento de viajeros se registra en vehículos particulares. Se espera por aquí y por balnearios de la zona a muchos de los propietarios no residentes, que tienen casa o departamento propio donde alojarse.
Desde la hotelería aseguran que la oferta de esta época quedó reducida en espacios –hay cientos de establecimientos cerrados en temporada baja como consecuencia de la pandemia y la baja rentabilidad del negocio–, pero con agregados propios de la época, como propuestas de recreación ampliadas para atender a los más pequeños.
En toda la zona están habilitadas, siempre con los protocolos sanitarios vigentes, distintas alternativas de entretenimiento. Hay cines y reaparecen los teatros, que en Mar del Plata ofrecen una cartelera bastante nutrida, siempre con títulos que priorizan al público infantil.
El gobierno bonaerense advirtió días atrás que para movilizarse por la provincia se requiere tramitar permisos, tal como ocurrió en vísperas de la última temporada de verano. Se gestionan en la aplicación digital Cuidar, y si bien no hay una exigencia en el ingreso a cada distrito, sí se considera necesaria para conocer la situación de cada viajero ante eventuales complicaciones de salud.