hamilton se impuso en silverstone, con polémica y tensión
Ganó el campeón en Silverstone, pero el accidente entre el británico y el neerlandés causó conmoción y abrió la polémica en la Fórmula 1; en la pista apareció toda la tensión entre Mercedes y Red Bull Racing
Obtuvo una controvertida victoria en el Gran Premio de Inglaterra luego de un roce que dejó fuera de carrera a Verstappen; la Fórmula 1, al rojo vivo.
Nueve curvas, y la tensión estalló en Silverstone. Una partida agresiva y un desenlace caótico entre Lewis Hamilton y Max Verstappen, los pilotos que señalan el rumbo de la Fórmula 1. El Gran Premio de Gran Bretaña expuso en la pista y sin velos la rivalidad que arrastraban los garajes de Mercedes y de Red Bull Racing, que con movimientos estratégicos y juegos de palabras defienden a sus mejores espadas en la batalla por el campeonato. Un incidente a más de 300km/h en Copse, una de las curvas de mayor velocidad que ofrece el calendario. Una maniobra que derivó en una penalización de 10 segundos para Hamilton y soltó la polémica para el resto de la temporada. Un resultado que cambiará las relaciones y agigantará un combate psicológico, un terreno que el séptuple campeón transitó con fiereza en el pasado y que es un territorio virgen para Verstappen.
El triunfo de Hamilton, el octavo en el mítico trazado británico y el número 99 para su formidable cuenta, le posibilitó recortar la diferencia con el neerlandés en el campeonato: ahora los separan ocho puntos. Trece episodios le restan a la F.1, capítulos que expresarán el poder de fuego de cada estructura y la capacidad de los pilotos para ejecutar asaltos y asimilar frustraciones en el reto de atrapar la corona.
Un ataque impetuoso, una defensa aguerrida y un final escalofriante. Hamilton intuyó que para controlar a Verstappen debía imponerse en la largada: se apagó el semáforo y lo intentó en tres oportunidades, la cuarta finalizó en un toque sobre el neumático trasero derecho y la salida de pista descontrolada de Madmax, que terminó la alocada carrera contra los neumáticos de contención. Bandera roja, maniobra bajo investigación y las comunicaciones de los jefes Christian Horner (Red Bull Racing) y Toto Wolff (Mercedes) con el director de carrera Michael Massi.
“En esa curva nunca estuvieron en paralelo. Todo piloto que manejó en este circuito sabe que no se mete una rueda por el interior de Copse. Eso es un accidente enorme y la curva era 100% de Max. Toda la culpa es de Hamilton, que nunca debió estar en esa posición. Gracias a Dios, Max salió ileso. Espero que te ocupes de esto adecuadamente”, fue el pedido de un castigo ejemplar de Horner a Masi, que solo respondió que el incidente estaba bajo investigación de los comisarios deportivos. Desde el garaje rival, Wolff también hacía su tarea: “Michael, te enviamos un correo electrónico con los diagramas de dónde deberían estar los autos. ¿Los recibiste?”.
Masi: “Toto, no accedo a mis mails durante la carrera para poder concentrarme en ella”.
Wolff: “Bueno, deberías mirar porque hay algo que tiene que ver con las reglas”.
Masi: “Toto, siéntete libre de subir a ver a los comisarios directamente”.
La carrera se reanudó después de 40 minutos y Charles Leclerc (Ferrari), que tomó el control en el accidente, no descubrió oposición de Hamilton, que por la radio recibía la comunicación de la penalización. La sentencia generó revuelo y desde Red Bull Racing la calificaron de leve. “Creo que fue un movimiento desesperado. No pudo ejecutar la maniobra en la primera parte de la vuelta, lo que obviamente estuvo preparando, y luego hizo esa maniobra desesperada. Copse es una de las curvas más rápidas del mundo, eso es un manejo sucio”, se quejó Horner. Más directo fue Helmut Marko, asesor de RBR:
“Verstappen está en shock. Un comportamiento tan peligroso y temerario debería ser castigado con una suspensión”.
“No evitó el contacto”
“El auto N°44 [Hamilton] estaba en una línea que no le permitía llegar al vértice de la curva con espacio disponible hacia el interior. Cuando el monoplaza N°33 [Verstappen] giró en la curva, el N°44 no evitó el contacto y la parte delantera izquierda de su monoplaza contactó con la parte trasera derecha del N°33. El N°44 se considera predominantemente culpable”, expresó el dictamen de los comisarios deportivos de la FIA.
Hamilton ingresó en la vuelta 30 a los pits, cumplió con la penalización y salió a cazar a Leclerc, que lo aventajaba por casi nueve segundos. Superó a Lando Norris (Mclaren), recibió un beneficio de Valtteri Bottas –hasta le indicaron que la Curva 15 era el mejor espacio para dejarse superar– e impuso un ritmo frenético que terminó con el adelantamiento a Leclerc, a tres vueltas de la bandera a cuadros. ¿Dónde ejecutó la maniobra? En Copse. El rugido del público –140 mil espectadores– alimentó el espíritu de Hamilton, que desanduvo la vuelta de honor con una bandera británica en la mano derecha y se acercó a las tribunas, en agradecimiento al apoyo recibido.
“Muy decepcionado de que me hayan sacado así de la pista. La sanción no nos ayuda y no hace justicia por el movimiento peligroso que hizo Lewis. Ver las celebraciones que hizo mientras yo estaba en el hospital es poco respetuoso y nada deportivo, pero pasaremos de página”, el mensaje en redes sociales de Verstappen, que se sometió a chequeos médicos en un hospital, después del impacto de 51G del RBR16B contra la barrera de contención.
“No sabía que Max estaba en el hospital. Siendo sinceros, no desluce la victoria. Siempre trato de ser mesurado en la forma en que afronto las cosas, especialmente cuando lucho con Max. Se sabe que es muy agresivo y no me dejó espacio. Independientemente de si estoy de acuerdo o no con la sanción, la acepté y seguí batallando: estaba en modo ‘no voy a dejar que nada se interponga en mi camino’”, comentó Hamilton, que en el pasado al verse bajo amenaza rivalizó con Fernando Alonso, Sebastian Vettel, Nico Rosberg… Ahora, a falta de 13 carreras para el final de la temporada, aumentó la tensión con Verstappen.