Qué dicen los focus groups que el Gobierno mira para su estrategia
Los estudios resaltan la angustia e incertidumbre de la sociedad frente a la pandemia y a la inflación
“Vacunas en brazos y plata en bolsillos”. Con esa frase, que repiten como un mantra en el Gobierno, se resume lo que parece ser gran parte de la fórmula electoral del oficialismo de cara a los comicios legislativos. Es la respuesta a lo que emana de una sociedad angustiada y acosada por la incertidumbre, en un país que esta semana superó las 100.000 muertes por la pandemia de Covid-19 y acumuló más de 25, 3% de inflación en solo un semestre.
La angustia y la incertidumbre por la pandemia y la crisis económica son las variables que más aparecen en los focus groups de los especialistas que son consultados por el Frente de Todos. “Hay una gran angustia propia de la traumática situación de la pandemia, que corta horizontalmente todos los estratos y segmentos de clasificación, pero se hace mucho más patente entre las personas más humildes por el desempleo (especialmente entre las mujeres) y el poder adquisitivo del salario”, señala Marina Acosta, directora de la consultora Analogías.
Con ese telón de fondo, el presidente Alberto Fernández saldrá a hacer campaña. En ese derrotero se lo verá, aseguran en su entorno, como se mostró el último martes en Lomas de Zamora. Allí anunció el bono de 5000 pesos para jubilados, en una forma de compensar la pérdida de los haberes frente a la inflación, junto con un plan para mejorar las condiciones de las mujeres a la hora de jubilarse.
Los actos que se sucedan a partir de ahora replicarán anuncios y mostrarán obra pública en un esquema que mostrará al Presidente acompañado del gobernador de cada provincia a la que vaya y de los funcionarios de las áreas alcanzadas.
Otra de las premisas que buscarán fijar en la campaña es que los sueldos no perderán ante la inflación, un tema central para los funcionarios consultados por la nacion. La “omnipresencia de la inflación”, como menciona el consultor Ricardo Rouvier, es uno de los puntos que más preocupan a la opinión pública en materia económica. Allí se engloba la “preocupación por llegar a fin de mes” y “el temor a la pobreza de los sectores medios’’, otra variable que se mira en la Casa Rosada y para la que se “maduran” medidas.
El consultor Roberto Bacman, fundador del Centro de Estudios de Opinión Pública (CEOP), resalta a su vez la “preocupación por la falta de trabajo” y hace notar especialmente a la “clase media, media baja, que no se desempeña en relación de dependencia, que es monotributista y está necesitando más trabajo para ser más sustentable”.
A todo eso aspira a responder el Ejecutivo con la fórmula de “ponerle plata a la gente en los bolsillos”. Los funcionarios refieren al cambio en el piso de Ganancias y las correcciones en el monotributo, como algunos ejemplos para paliar la situación económica.
En el gabinete afirman que hay signos positivos en el nivel de actividad y apuntan a que eso se vuelque al consumo. También creen que la vacunación llevará a una mayor reactivación.
En Balcarce 50 hay quienes confían en que la aceleración del ritmo de la campaña de vacunación desembocará en un “septiembre casi normal”, aunque otros no son tan optimistas. “El ritmo va a ser un elemento muy importante de la campaña”, señala Rouvier. “Es una posibilidad comunicacional”, completa. “La población percibe que el ritmo de vacunación ha aumentado y eso se ve como una noticia compensadora”, agrega.
En efecto, el oficialismo imprimirá a su discurso electoral un mensaje de esperanza, aunque de momento no es eso lo que sobresale en la opinión pública. “Priman más la incertidumbre y la depresión que la esperanza”, detalla el consultor Hugo Haime. Y señala otro punto que también tienen en cuenta en el oficialismo: “El clima general es de incertidumbre, en el que se espera que la dirigencia, en vez de pelearse, resuelva los problemas”.
“Estamos todos angustiados, no vamos a ser nosotros los que intensifiquemos ese clima”, dicen en la Casa Rosada, contraponiéndose a lo que aseguran es el discurso de la oposición.
En ese sentido afirman que el tono del discurso oficial “no irá a la confrontación”, porque “no hay ánimo social para eso’’. Pero cuando se les menciona que Fernández apuntó con dureza contra Mauricio Macri, replican que eso “no es confrontar, sino contextualizar desde dónde se viene”.
En ese escenario aparece la figura de Fernández como quien se pondrá la campaña al hombro. Su imagen está, en términos generales, por encima de la de la gestión. “Se necesita más ordenamiento para contar lo que se hizo, alejarse de los gritos y no angustiar más a los angustiados, ni enojar más a los enojados”, insisten los albertistas, en medio de un panorama complejo.