Volver a la oficina. Un retorno atravesado por la ansiedad y las dudas
Tras un año y medio de home office, muchos quieren regresar a sus espacios de trabajo, pero se desconciertan ante un entorno y unas dinámicas que ya no son los de antes
Volver a la oficina. La idea sobrevuela cada vez más en la cabeza de miles de trabajadores y trabajadoras que se cuestionan si el contexto está a la altura de las ganas o todo lo contrario. ¿Cómo se preparan las personas para el reencuentro cara a cara? ¿Qué dudas, miedos y sensaciones atraviesan quienes ya están evaluando la opción? La gestión de la incertidumbre, la reconfiguración de las rutinas y los hábitos que llegaron para quedarse. Temas que piden pista.
A muchos les entusiasma recuperar costumbres urbanas después de año y medio de home office. A otros les aterra volver a lo mismo, pero con dinámicas nuevas marcadas por protocolos y rediseños de espacios de trabajo. Del tupper para calentar en el microondas colectivo a los dispositivos de alcohol en gel por toda la oficina surge una nueva cultura. Los especialistas la llaman retorno seguro con modalidad híbrida e incluye una colección de sensaciones diversas. Desde angustia, incertidumbre y desgano, a miedo, ansiedad y entusiasmo. El arco es tan variado como los recursos que ya están en marcha en las organizaciones.
Los stickers que indican el tipo de interacción que el empleado o empleada quiere tener con los demás es una de las estrategias. En la entrada de Nómada, la compañía de diseño y gerenciamiento de edificios corporativos, las planchas de stickers y tags son la novedad. “Saludo de codito”, “Acepto abrazos”, “Cuarentena survivor”, “Saludos a distancia” y “Hoy estoy de mal humor”, configuran un semáforo para comunicar el modo de intercambio deseado. Santiago Peña Fiorda, Business Development Manager de Nómada Workspaces, evalúa que esta idea lúdica implementada en el programa Bienestar Aldea ayuda