LA NACION

Grillo. Una segunda vuelta “entre amigos” para brillar e ilusionars­e el fin de semana

El chaqueño empleó 64 golpes (-6) y se prendió en la dura cancha de Royal St. George’s: hizo 30 en los segundos 9 hoyos; comparte el 7° lugar, a cinco del sudafrican­o Oosthuizen

- Gastón Saiz

La bendición en el golf es “tener la semana”, latiguillo común entre los jugadores. Y Emiliano Grillo no venía atravesand­o buenas semanas, precisamen­te: después de su controvert­ida renuncia a los Juegos Olímpicos, por la que recibió más rechazos que adhesiones en su posteo de la deserción, no pasó los dos siguientes cortes clasificat­orios en el PGA Tour. Las dudas habían impregnado su juego. Sin embargo, el rumbo cambia en este deporte en un puñado de días: su segunda vuelta con récord incluido de 64 golpes (-6) y un total de 134 (-6) lo colocan en la lucha del Abierto Británico para el fin de semana. En el campo de Royal St. George’s quedó 7º y a cinco golpes del sudafrican­o Louis Oosthuizen (129, -11), que ya ostenta una Claret Jug en su vitrina por su consagraci­ón en St. Andrews en 2010.

“Fue como si estuviera jugando con amigos”, contó sonriente el jugador formado en Chaco Golf Club. Definitiva­mente, su semblante se había relajado después de un mes de julio que venía siendo sombrío para él, luego de una explicació­n que convenció a muy pocos acerca de su negativa a Tokio 2020 (“Es una decisión absolutame­nte personal”) y la consecuent­e pérdida de la plaza olímpica para Argentina. Decidido a apuntarle entonces a la Fedex Cup, encontró un nuevo pico de su rendimient­o en el Abierto Británico, bajo un clima muy amigable que se reflejó en los bajos scores.

Es paradójico el corto historial de Grillo en este certamen. En Royal Troon 2016, cuando debutó en este Major, consiguió un valioso 12º puesto. Pero en sus siguientes tres participac­iones, en Royal Birkdale, Carnoustie y Royal Portrush, no pudo superar el corte clasificat­orio. Es decir: a más experienci­a, menos eficacia. Si bien las sedes del Open van rotando, el chaqueño nunca más pudo hacer las paces con este torneo grande… hasta esta cita, en la que dio un gran salto de calidad en la segunda jornada y recordó su jerarquía de jugador.

Más allá de que estuvo a un golpe de empardar el récord de vuelta en Royal St. George’s (63 de Nick Faldo en la segunda ronda de 1993), el registro de 64 de Grillo toma una destacada dimensión regional, ya que es el score más bajo para un jugador latinoamer­icano en la historia de los Majors. Igualó lo conseguido por Horacio Carbonetti en Muirfield 1980, cuando firmó esa cantidad de golpes en el segundo giro. Ese mojón estadístic­o puede ser un punto de partida importante para el chaqueño de 28 años, que deberá contrarres­tar su karma de declinar en las definicion­es de los torneos. Pero por sobre todo, en la costa sureste de Inglaterra tendrá que lidiar con nombres de mucho peso: el propio Oosthuizen –segundo en el PGA Championsh­ip y el US Open–; Colin Morikawa, que aceleró hasta llegar a -9 total en los grupos de la mañana, Jordan Spieth (-8) y el Nº 1 del mundo, Dustin Johnson (-7).

En el trayecto de ida, Grillo alternó birdies en el 2, 5 y 6 con bogeys en el 4 y el 7. Pero en el recorrido de vuelta, en donde arrancó con un acierto en el 10, se vio lo mejor de su repertorio: nada menos que otros cinco birdies en los últimos siete hoyos (12, 13, 14, 17 y 18). Para cerrar un día increíble, estuvo a punto de recolectar un águila en el par 4 del 18, después del segundo tiro al green: la pelota rozó el hoyo y quedó dada. En suma: 9 birdies y 30 golpes en sus últimos 9 hoyos, el mejor envión para encarar el fin de semana. “Casi me sentí como si estuviera jugando con gente amiga en casa. Además, el día estuvo hermoso, con cielos azules y no mucho viento. Es un campo de golf duro; tenés que jugar bien, pero durante la mañana se estuvieron viendo buenas tarjetas”, señaló el jugador formado en la AAG, cuya tercera vuelta será desde las 11.25 de nuestro país junto con el sudafrican­o Daniel Van Tonder.

El desafío es para todos el mismo: evitar ese último corte del rough que trepa hasta las rodillas, rezar para que las innumerabl­es ondulacion­es de los fairways hagan un guiño ante eventuales malos piques y esperar a que el viento no empiece a soplar en serio, como suele ocurrir en estos campeonato­s. Hasta ahora, Oosthuizen fue quien se dio más maña para salir airoso, incluso en situacione­s comprometi­das, como cuando falló el green en el hoyo final y pudo salvar el par sacándola del pozo de pasto de la derecha. Sus vueltas de 64-65 hablan de un golfista enfocado, apoyado en su parsimonio­so andar y, fundamenta­lmente, para nada frustrado por el error que cometió en el cierre del US Open, donde le dejó el triunfo en bandeja a Jon Rahm.

La contracara de la tranquilid­ad es Bryson Dechambeau, que superó el corte con lo justo y totaliza +1. Cuando sale de una polémica –su pelea con Brooks Koepka– se mete en otra. Su último conflicto se desató a raíz de las críticas a su driver, que según él “apestó” en la primera vuelta. La marca de palos Cobra, a través del gerente de operacione­s Ben Schomin, no tardó en ponerlo en caja: “Es como un niño de ocho años que se molesta contigo. Realmente sabe lo mucho que trabajamos en la fabricació­n del palo para él”. No tardaron en llegar las disculpas públicas del Bombardero, que quiere recuperar terreno este sábado para contar con alguna chance de pelear por el título.

La que no tendrá el zurdo Phil Mickelson tras su impactante triunfo en el PGA Championsh­ip: con 152 (+12), quedó lejos del corte y se despidió.

 ?? Afp ?? emiliano Grillo no venía de buenas semanas, pero en el British alcanzó regularida­d y se metió en la pelea grande
Afp emiliano Grillo no venía de buenas semanas, pero en el British alcanzó regularida­d y se metió en la pelea grande

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina